Implican al gobernador de Cundinamarca Alvaro Cruz en la Farcpolítica
El actual gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz y el exgobernador del mismo departamento Pablo Ardila, fueron implicados en tratos con la guerrilla de las Farc para la campaña política en el año 2000.
Un guerrillero desmovilizado de ese grupo, identificado como Luis Carlos Chaparro Uribe, alias Arsecio, afirmó ante un fiscal de Justicia y paz que en la campaña del año 2000, Álvaro Cruz Vargas se reunió con el comandante del frente 42 de las Farc, que identifico con el alias de “Giovanni” y otro cabecilla del grupo de nombre Antonio, con el fin de buscar apoyo para la campaña electoral.
De acuerdo con la versión difundida por el diario El Espectador, alias “Arsecio” afirmó que fueron varias las reuniones celebradas con las Farc y especificó que una de ellas tuvo lugar en una vereda “Puerto Brasil” del municipio de Viotá, al sur occidente de Cundinamarca.
Chaparro afirmó que los jefes guerrilleros le exigieron a Cruz Vargas 500 millones de pesos, para dejarlo entrar a las áreas donde el grupo armado ilegal hacía presencia y además le indicarían a las gentes que votaran por él.
Según el desmovilizado el trato con Cruz era que en caso de ser elegido, no incrementaría ni el pie de fuerza ni los operativos en la zona en que desarrollaban sus actividades los frentes 42 y 22.
Arsecio aseguró, además, haber presenciado la entrega del primer desembolso del político liberal de 150 millones de pesos.
“El día que la guerrilla aceptó ayudarle, hubo fiesta en la casa de una miliciana, con whisky aportado por Cruz”, expresó Arsecio.
En el caso del ex gobernador Pablo Ardila, alias Arsecio dijo que “el frente 42 le pidió 1.000 millones de pesos, pero añadió que pese a ello, no se le iba a colaborar “porque ya se había llegado a acuerdos con Álvaro Cruz”.
Además dijo que Pablo Ardila nunca se reunió personalmente con los cabecillas guerrilleros, sino que envió a dos delegados, quienes, 15 días antes de la consulta para escoger el candidato a la gobernación, le habrían dicho a la guerrilla que Ardila les pagaría $500 millones y si la ganaba “hacían un nuevo acuerdo”.
Afirmo que Ardila también hizo lobby con whisky, pero añadió:
“No se volvió a saber de ese señor porque no ganó la consulta, no dio los $500 millones, no mandó nada”.
Advirtió que, por el contrario, Alvaro Cruz, permaneció en contacto una vez fue elegido gobernador, y que incluso en una ocasión los guerrilleros le reclamaron por haber creado unas patrullas motorizadas, a lo que Cruz Vargas habría respondido que su misión era sólo cuidar las carreteras los fines de semana o festivos.
El diario consultó al gobernador Alvaro Cruz sobre esta denuncia y el mandatario respondió:
“Nunca he acudido a solicitar apoyo de personas al margen de la ley. En 2001 la situación era muy dificil, debimos adelantar acciones contundentes con el Ejército y el Gobierno una vez posesionado el presidente Uribe”.
También señaló: “Cundinamarca fue escogido piloto para la ‘Operación Libertad I. Hubo muchas capturas y seguramente, muchos resentidos. Yo incluso fui objeto de amenazas y atentado. Estoy dispuesto a acudir a los organismos competentes”. Como es su deber, la unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía envió la declaración de Arsecio a la Procuraduría y a la unidad de fiscales delegados ante la Corte Suprema. Estas entidades determinarán si el exguerrillero dijo la verdad o, como supone el gobernador Cruz, habló con el resentimiento en la boca».
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