El presidente electo de Francia, François Hollande, se prepara para asumir el martes en el Ejecutivo, lo cual significará asumir una intensa primera semana de acercamientos internacionales. Su agenda prevé reuniones con Angela Merkel y Barack Obama, además de su participación en las cumbres del G8 y de la OTAN.
Hollande prepara en su domicilio parisino la investidura en el palacio presidencial del Elíseo, el martes, y la formación de su gobierno. Hasta hora no se han conocido detalles obre el nombre del futuro primer ministro, aunque la prensa cita a varias personalidades del PS como Jean-Marc Ayrault, presidente de la bancada de diputados socialistas, Martine Aubry, primera secretaria del partido, y el ex primer ministro Laurent Fabius.
El traspaso de poderes entre Nicolas Sarkozy y François Hollande tendrá lugar el martes por la mañana. Los dos hombres mantendrán una reunión a puertas cerradas durante la cual el presidente saliente informa al nuevo Jefe de Estados de los procedimientos relativos al armamento nuclear.
Tras la ceremonia de investidura, Hollande pronunciará su primer discurso de presidente y recorrerá luego la avenida de los Campos Elíseos en un automóvil descapotable.
Como gesto simbólico de inicio de mandato, una tradición en Francia, Hollande eligió rendir homenaje a Jules Ferry, figura de la izquierda y artífice en el país de la escuela pública gratuita y obligatoria, y a la científica Marie Curie, doble premio Nobel de Química y de Física a principios del siglo XX.
Hollande, que durante toda su campaña dijo que sería un «presidente normal», se esforzó en los últimos días en mostrarse en contacto con los franceses, y siguió estrechando las manos de los transeúntes, pese a los guardaespaldas que impone la protección de un mandatario.
Después de la investidura, anunciará ya el martes el nombre de su primer ministro, y éste hará pública el miércoles la composición del gabinete.
El jefe de gobierno tendrá a cargo dirigir la campaña por las elecciones legislativas previstas el 10 y el 17 de junio.
Inmedidatamente después de la investidura, Hollande se abocará asimismo a un tema esencial de la nueva presidencia, el crecimiento de la Unión Europea en crisis, reuniéndose por la tarde en Berlín con la canciller alemana Angela Merkel, opuesta a la renegociación del tratado fiscal europeo que Hollande convirtió en uno de los caballos de batalla de su candidatura.
Pesa a oponerse a tal renegociación, Merkel se dijo optimista y confiada en una relación «estable» con Francia, en tanto su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que el crecimiento y el saneamiento presupuestario no son contradictorios.
El domingo, el portavoz del PS francés, Benoît Hamon , exhortó a Merkel a comprender que ella «no puede decidir sola la suerte de Europa».
Según el diputado socialista Henri Emmanuelli, François Hollande y Angela Merkel «buscarán un compromiso».
Las negociaciones sobre la reactivación económica, defendida por François Hollande, y el rigor presupuestario, sobre el que insiste Angela Merkel, «no van a terminar en 24 horas», estimó Emmanuelli, recalcando que «esto va a llevar tiempo».
Después de Berlín, Hollande viajará a Estados Unidos, donde lo espera su primera reunión con el presidente Barack Obama, la cumbre del G8 en Camp David (viernes y sábado) y la de la OTAN en Chicago (domingo y lunes).
Hollande abordará con el presidente norteamericano su decisión de retirar las tropas combatientes francesas de Afganistán antes de fin de año.
Santa Fe con agencia AFP