El subintendente de la Policía John Frank Pinchao, quien estuvo más de 8 años secuestrado por las Farc, consideró a través de Radio Santa Fe increíble que el ex diputado Sigifredo López haya sido cómplice del plagio suyo y de sus compañeros de la Asamblea del Valle.

Pinchao dijo que no le cabe en la cabeza que “uno se quede secuestrado tantos años” si tuvo alguna participación en el mismo hecho.

Tras recordar la terrible experiencia que vivió en cautiverio, Pinchao dijo que en su opinión personal, si López hubiera colaborado en el secuestro de los diputados del Valle, él habría podido exigir, o las mismas Farc habrían podido sacarlo o liberarlo al poco tiempo bajo algún pretexto y no lo habrían mantenido más de seis años secuestrado.

El subintendente Pinchao fue secuestrado el 1 de noviembre de 1998 junto con otros 60 policías en un sangriento asalto de las Farc a la ciudad de Mitú, capital del departamento del Vaupés, acción que dejó 53 personas muertas.

El ataque guerrillero se prolongó cerca de 12 horas y los uniformados resistieron hasta cuando se les agotó la munición.

Durante el frustrado proceso de paz adelantado por el presidente Andrés Pastrana gran parte de los policías secuestrados en este y otros ataques por las Farc, fueron liberados, exceptuando a seis, entre ellos Pinchao.

Pinchao compartió cautiverio también con Íngrid Betancourt, Clara Rojas, el excongresista Luis Eladio Pérez y los tres contratistas estadounidenses Keith Stansell, Tom Howes y Marc Gonzalves, entre otros secuestrados.

Pinchao dijo que durante más de un año planeó su escape, hecho que logró el 27 de abril de 2007, pero tuvo que caminar por la selva durante 12 días hasta que se encontró con un grupo indígena que lo llevó 3 días después a un Comando Jungla de la Policía Nacional que realizaba operaciones contra el narcotráfico en la región.

El ex congresista Luis Eladio Pérez, liberado por las Farc a comienzos de 2008, contó que cuando Pinchao se fugó los guerrilleros le hicieron creer al resto de secuestrados que había sido comido por una anaconda y le pusieron tanta veracidad al relato que junto con Ingrid Betancur, rezó una novena para los difuntos.