Una comisión médica integrada por especialistas de la Clínica El Country de Bogotá se reunirán en la tarde de hoy para definir si es necesario amputar el antebrazo derecho de el conductor de la buseta que salió afectada durante el atentado con bomba contra el exministro Luis Fernando Londoño Hoyos, el pasado 15 de abril.
En dialogo con Radio Santa Fe la esposa del profesional del volante afectado, Humberto Aldana, la señora María Isabel Aparicio señaló que aunque su esposo ha mostrado una satisfactoria evolución, los médicos se encuentran preocupados por los graves daños que enfrentó su antebrazo derecho, el cual quedó ha tenido que ser sometido a reconstrucción de sus arterias.
“Hoy hay una junta médica para definir cuál será la situación del brazo. El brazo está perdido, porque le quedaron destrozados sus tendones, nervios, venas. Los médicos construyeron venas y arterias principales, por lo que recuperó sensibilidad en la mano, pero el día del atentado el brazo le llegó agarrado a un pedazo d epiel, el brazo le quedó volando” relató Aparicio en entrevista con los 1070 a.m.
Humberto Aldana Camacho de 61 años se encuentra recluido en la unidad de cuidados intensivos de la Country, y hasta la noche del lunes se encontraba en estado estable, aunque sedado; de acuerdo con el ultimo parte medico, aun presenta inflamación en gran parte del cuerpo a causa de los líquidos y las transfusiones de sangre.
La esposa de Aldana señaló que lo que le parece más duro para su familia, es ver que su ser querido, luego de llevar una vida activa y de trabajo, tenga que usar una prótesis.
“Es duro ver a una persona tan sana con una prótesis, a él no le daba ni una grupa, y ahora ver su esposa y sus hijos, a un hombre tan trabajador sin su mano derecha” exclamó doña Isabel quien agregó que debido a su difícil situación económica “En los paraderos están hablando para hacerme una colecta”
Aparicio expresó que “el impacto de la bomba afectó toda la parte derecha del cuerpo” de Aldana, y agregó que “prácticamente el brazo quedó perdido”.
La esposa del afectado señaló que aunque su cuerpo sigue inflamado debido a los medicamentos y aún hay esquirlas en la mayor parte de su cara, el hombre “gracias a Dios se ha ido recuperando lentamente”.