El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe llegó esta mañana al Gran Rex, en medio de un amplio operativo de seguridad, para dictar allí una conferencia, luego de descubrirse ayer una bomba en el mismo recinto.

Poco después de que el expresidente arribó a teatro, uno de los directivos del mismo, Aldo Benítez, afirmó que todo estaba en perfecto orden y pidió que tranquilidad a los mas de 800 invitados al acto.

“Hay gente de la Brigada, de civil, está todo custodiado, hay gente de Colombia también”, comentó.

Como lo informó oportunamente el noticiero Santa Fe, ayer fue hallado un artefacto explosivo en una caja “con una batería de 9 voltios, cables unipolares y un ignitor eléctrico para pirotecnia”.

En declaraciones que formuló en el teatro, el juez federal Norberto Oyarbide, a cargo de la investigación, afirmó que el aparato estaba “preparado para matar a las personas cercanas”.

El juez se mostró enojado porque la policía federal de Buenos Aires minimizó el hecho.

“Aparece una versión dando cuenta de que era una bombita de olor. Hay alguien queriendo jugar al juez”, precisó el funcionario.

EL CASO DE GIOVANNI MORENO

–Mientras tanto, el futbolista colombiano Giovanni Moreno concurrió hoy a entrenar con su equipo Rancig, luego de las amenazas de muerte que recibió ayer en Buenos Aires, de parte de un grupo de la barra grava del conjunto.

El delantero participó de la práctica de esta mañana junto al resto de sus compañeros en Racing.

El delantero entró por la puerta principal como todos los días, pero lo hizo acompañado de su representante y de Sergio Marchi, el titular de Futbolistas Agremiados.

Giovanni llegó a bordo de un Alfa Romeo cabriolet color negro.
Detrás suyo llegaron su representante Agustín Jiménez, junto a Daniel Pellerano. Y cerró la fila Marchi en un tercer vehículo, acompañado por otras dos personas.

El episodio de Giovanni coincidió ayer con el descubrimiento del atentado contra el expresidente Alvaro Uribe Véleze, en la misma capital argentina.

Giovanni Moreno fue amenazado ayer por un grupo de la barra brava del club, que interceptó el carro en que se movilizaba de regreso a su casa, después del entrenamiento, junto con el delantero paraguayo y compañero de equipo Federico Santander

Uno de los presuntos hinchas, con revolver en mano, le dijo a Moreno que si no se iba “le iban a cagar la carrera”, según dijo Santander.