El juez de la Audiencia Nacional española Pablo Ruz decidió no procesar por terrorismo a Remedios García Albert, a quien se le acusa de colaborar con las Farc en España.

Según la determinación judicial, las pruebas contra la mujer fueron declaradas nulas.

Ruz basa su decisión en la comisión rogatoria remitida en julio de 2011 por las autoridades judiciales colombianas en la que informaban que el material probatorio y los correos electrónicos hallados en el ordenador personal del ‘número dos’ de las FARC, Luís Edgar Devia Silva, alias «Raúl Reyes», fueron obtenidos «con violación de la norma procesal».

Por ello, el magistrado entiende que esos datos, incautados tras la muerte de «Raúl Reyes» el 1 de marzo de 2008 en un ataque de las fuerzas aéreas colombianas en Ecuador, «no pueden ser admitidos en derecho», ya que al haberse obtenido «sin las garantías constitucionales» no deben «generar efecto alguno» en este procedimiento.

La mujer, de 60 años años, fue detenida en la localidad madrileña de San Lorenzo, como presunta autora de un delito de integración en banda armada, en el marco de la denominada Operación Cali, llevada a cabo en coordinación y colaboración con las autoridades policiales de Colombia.

Según informó la policía en un comunicado, la detenida utilizó su cargo dentro del secretariado de la ONG Organización de Solidaridad para Asia, Africa y América Latina (OSPAAAL), que ocupó hasta hace unos meses, para involucrarse activamente desde el año 2000 en las actividades de apoyo y colaboración con las FARC.

Así, según explicó la nota, ofrecía cobertura y apoyo logístico en España a destacados dirigentes de aquella organización terrorista, como Luís Edgar Devia Silva, alias Raúl Reyes, y Ovidio Salinas Pérez, alias Juan Antonio Rojas, entre otros.

García Albert utilizaba distintos nombres orgánicos dentro de la organización FARC y dispuso de diversas cantidades de dinero para hacerlas llegar a otros representantes de las FARC en Europa, cumplimentando órdenes directas del dirigente del fallecido Raúl Reyes, con el que mantuvo varias entrevistas.

En su vivienda se intervino numerosa documentación vinculada con la organización terrorista, revistas Resistencia, órgano de expresión del movimiento las FARC, y un ordenador que contenía numerosa información relativa a las actividades orgánicas y operativas de la misma.