El senado paraguayo destituyó este viernes en un juicio político al presidente del Paraguay Fernando Lugo, quien declaró a la prensa que lo acatará, aunque lo calificó de “golpe parlamentario con ropaje jurídico” .
La destitución se llevó este viernes en el Congreso, tras un juicio político público por “mal desempeño de sus funciones”.
Lugo fue sentenciado por la Cámara Alta con 39 votos a favor y cuatro en contra y deberá dejar el cargo, según la resolución aprobada por los legisladores.
El juicio empezó antes del mediodía del jueves y culminó en la tarde de este viernes, pese a la petición de la defensa de Lugo de extender la diligencia.
El ahora destituido presidente se ausentó durante el proceso, sus defensores argumentaron no tener pruebas concretas para acusarlo de “mal desempeño de sus funciones”.
El juicio fue impulsado tras un enfrentamiento entre policías y campesinos en Curuguaty, que causó 17 muertes.
Los senadores responsabilizaron a Lugo por la tragedia y le imputaron cargos por las invasiones e inseguridad en el campo.
Lugo debe entregar el poder al vicepresidente de la República, Federico Franco, quien de esta manera podrá permanecer al frente del Ejecutivo hasta el 15 de agosto del 2013.
El vicepresidente de la República, Federico Franco, será ahora quien de manera temporal deberá permanecer al frente del Ejecutivo hasta el 15 de agosto del 2013.
Poco antes de conocerse la decisión, la Unasur advirtió que no reconocerá a Federico Franco y adelantó “acciones” contra el Paraguay.
Fernando Lugo permaneció en el poder durante tres años y 10 meses: Asumió el 15 de agosto de 2008 y debía dejar el cargo recién el 15 de agosto del 2012.
Lugo, además, no solo perdió el mando de la República, sino que la posibilidad de asumir como senador vitalicio.
Varios disidentes calificaron el hecho como un golpe de Estado parlamentario, según expresiones del propio Lugo.
El juicio político es una medida prevista en el artículo 225 de la Constitución paraguaya.
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