Consiguió algo más de 13 millones de votos contra 12 millones de su rival Ahmed Shafiq, un resultado ruidosamente festejado por miles de egipcios reunidos en la plaza Tahrir.
Morsi consiguió en la segunda vuelta de los comicios, el 16 y 17 de junio, algo más de 13 millones de votos contra 12 millones de su rival Ahmed Shafiq, ex primer ministro del derrocado régimen de Hosni Mubarak, indicó el presidente de la Comisión Electoral, Faruk Soltan.
Apenas anunciados los resultados, los miles de egipcios concentrados en la plaza Tahrir en el centro de El Cairo –epicentro de la revuelta que puso fin al régimen de Mubarak– estallaron en festejos, coreando “Alá akbar” (Dios es grande) y enarbolando banderas y retratos del candidato islamista.
Mohamed Morsi consiguió llevar a los Hermanos Musulmanes a la presidencia de Egipto, 84 años después de la fundación de la cofradía islamista, gracias a la todopoderosa maquinaria del grupo y a su larga, tenaz y organizada oposición al régimen del depuesto Hosni Mubarak.
El candidato islamista se impuso por estrecho margen al general retirado Ahmed Shafiq, último primer ministro de Mubarak, según anunció la Comisión Electoral, que puso así fin a una semana de incertidumbre.
El órgano electoral confirmó lo que el propio Morsi había salido a celebrar pocas horas después del cierre de los colegios electorales el pasado 17 de junio, con los datos recabados a pie de urna por su formación.
Las cifras oficiales quitaron así la razón a Shafiq, quien también se había declarado vencedor y había desconfiado de la actitud de los islamistas, movilizados en las calles desde el pasado martes para clamar victoria y protestar contra la Junta Militar