Desde la destitución del ex mandatario Fernando Lugo los países de Sudamérica han decidido aplicar una especie de cerco diplomático, este mismo en protesta por lo ocurrido el pasado 21 junio 2012. Mientras tanto el nuevo gobierno paraguayo vela por el reconocimiento de la región latinoamericana.
El gobierno venezolano decidió frenar el envío de crudo al cercano país siendo el mayor proveedor de los paraguayos. Esta presión causada por los gobiernos suramericanos es cada vez más preocupante, incluso el bloque Mercosur suspendió la participación de Paraguay en futuras cumbres.
Las naciones de Venezuela y Argentina han enfatizado más en la lucha por la justicia al retirar sus embajadores de Asunción, la región considera que el juicio político en el Congreso fue un quiebre del orden institucional lo cual el nuevo gobierno niega con fervor.
Por otro lado Brasil, Colombia, Chile y Uruguay contactaron a sus representantes en el vecino país haciendo presente su inconformidad con lo ocurrido.
Sumándole a la sanción de Mercosur, el bloque de naciones sudamericanas (Unasur) ha aplicado medidas pertinentes a lo ocurrido.
El ahora ex presidente Lugo expresó su disconformidad con el gobierno de Franco el cual el considera como falso. Asimismo Lugo anunció su presencia en la próxima cumbre del Mercosur la cual se llevará a cabo esta semana en Mendoza.