El Presidente Juan Manuel Santos dijo que era su deber y facultad objetar esa reforma, por razones de inconstitucionalidad y de inconveniencia, por lo que se vio en la obligación de convocar a las sesiones extraordinarias que se cumplirán este miércoles y jueves (27 y 28 de junio).
“Yo, como Presidente de la República, como Jefe de Estado obligado a cumplir la Constitución, asumo la responsabilidad política y jurídica por las objeciones que he presentado y por las sesiones extraordinarias a que estoy convocando para que las decidan”, reiteró.
Aseguró que él entendió, como lo hicieron muchos colombianos indignados, que no se podía permitir que las normas agregadas o modificadas a última hora entraran en vigor, causando un caos en la rama judicial y generando beneficios y excarcelaciones inmediatas a quienes hoy están investigados por la Justicia.
“No sólo convoco a estas sesiones porque es mi facultad constitucional sino también porque es mi deber para evitar el caos institucional y judicial que significaría la vigencia de la reforma judicial tal como fue aprobada”, expresó.
El Mandatario subrayó que -obligado a cumplir la Constitución- asume la responsabilidad política y jurídica por las objeciones que presentó y por las sesiones extraordinarias a que convocó.
“El Gobierno y el Congreso tenemos la obligación de garantizarle al país que, sin necesidad de acudir a vías de hecho, podemos solucionar situaciones como la que hoy vivimos. Tenemos que estar a la altura de este momento histórico”, agregó.
Santos Calderón dijo que “la ciudadanía tiene todo el derecho a manifestar su indignación, a buscar caminos de expresión, y los respetamos”, pero que en lo que le concierne a él como gobernante y al Congreso, está “la obligación indeclinable de buscar salidas concretas y valientes a la situación generada por este proyecto”.
“No vamos a permitir que se ponga en peligro el andamiaje de nuestras instituciones republicanas y democráticas. Ésta es una hora de deberes y responsabilidades”, manifestó.
Finalmente, aseveró que “nada ni nadie puede estar por encima de nuestro deber de preservar y salvaguardar nuestra Constitución. ¡Vamos a cumplir con ese deber!”.