Las agencias sirias de inteligencia mantienen centros de tortura en todo el país, donde los detenidos son golpeados con porras y cables, quemados con ácido, atacados sexualmente y se les arranca las uñas, señaló Human Rights Watch el martes.
El grupo de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York identificó 27 centros de detención que, según dijo, las agencias de inteligencia han usado desde que el Gobierno del presidente Bashar al-Assad inició una campaña de represión en marzo del 2011 contra los manifestantes pro-democracia que tratan de derrocarlo.
Human Rights Watch realizó más de 200 entrevistas con personas que dijeron haber sido torturadas, entre ellas un hombre de 31 años de edad que fue detenido en el área de Idlib en junio y obligado a desnudarse.
“Entonces empezaron a apretarme los dedos con alicates. Pusieron grapas en mis dedos, pecho y orejas. Sólo tenía autorización de sacarlas si hablaba. Las grapas en las orejas fueron las más dolorosas”, dijo el hombre a Human Rights Watch.
“Ellos usaron dos cables conectados a una batería de coche para darme descargas eléctricas. Usaron armas eléctricas paralizantes en mis genitales dos veces. Pensé que nunca volvería a ver a mi familia otra vez. Me torturaron de esta manera tres veces en tres días”, agregó.
El reporte reveló que decenas de miles de personas han sido detenidas por el Departamento de Inteligencia Militar, la Dirección de Seguridad Política, la Dirección General de Inteligencia y la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
Human Rights Watch documentó más de 20 métodos de tortura que “apuntan claramente a una política de Estado de tortura y malos tratos y que, por lo tanto, constituye un crimen contra la humanidad”.
El grupo llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir la situación en Siria a la Corte Penal Internacional (CPI) y a adoptar sanciones contra los funcionarios que llevan a cabo los abusos.
“El alcance y la inhumanidad de esta red de centros de tortura son verdaderamente horribles”, dijo Ole Solvang, investigador principal de emergencias en Human Rights Watch. “Rusia no debe tender su mano protectora sobre las personas que son responsables de esto”, agregó.
Rusia -aliado de Siria- y China ya han vetado dos resoluciones del consejo que condenaron a Damasco y amenazaron con sanciones y el embajador francés en la ONU, Gerard Araud, dijo a la prensa el lunes que llegar a un consenso del Consejo de Seguridad para remitir la situación en Siria a la CPI sería difícil.
“En lo que respecta a Francia, es muy claro que estamos a favor de remitir (la situación en) Siria a la CPI”, dijo Araud.
“El problema es que tendrá que formar parte (…) de un entendimiento global del consejo y creo que por el momento todavía no hemos llegado a este punto”, indicó.
Santa Fe con Reuters