Amante en el término popular es algo prohibido, escondido, tinieblo y tienen unos favores muy especiales, corriendo todos los riesgos, por supuesto.
Los amantes tienen derechos, el problema es que la cultura los ha marginado porque considera que los amantes son contrarios a la norma, respecto al matrimonio, que debe ser único, exclusivo y para toda la vida.
Pero una relación de amantes es totalmente valida y tienen un sabor muy especial y picante porque lo prohibido siempre sabe mejor y cuando hay está limitación es debido a que la situación se convierte en algo muy agradable.
Además esto tiene que ver con todo lo que hay detrás de la simbología del matrimonio y las relaciones de pareja. Eso es un caos. Pienso que el siglo XXI va a estrellarse con unas realidades muy dolorosas para los tradicionalistas ya que el matrimonio es una institución en desuso.
Lo valioso del amante es que cada uno tiene la libertad de quererse como lo considere mejor y así se deben aceptar. Sin embargo en el proceso del amor terminamos siendo exclusivistas y poniendo reglas.