El gobierno de Filipinas confirmó al muerte de al menos 37 personas esta semana, tras el paso del paso del tifón Saola cerca de Filipinas y advirtió que las víctimas podrían aumentar debido a las fuertes lluvias que se han presentado.

Hoy se completaron seis días de las precipitaciones propias de los vendavales que continúan cayendo sobre el norte y el centro del archipiélago, a pesar de que el huracán abandonó Filipinas para avanzar hacia Taiwán, donde seis personas murieron el jueves.

Según Benito Ramos, jefe de la Defensa Civil, el balance podría aumentar porque hay personas desaparecidas.

Nesat y Nalgae, los últimos tifones de septiembre de 2011, causaron la muerte de al menos 101 personas y decenas de miles no pudieron volver a sus viviendas por las inundaciones, informaron el domingo las autoridades.

En 2009, la tormenta tropical Ketsana, que inundó parte de Manila, dejó 464 víctimas.
Reducción de hasta 170 homicidios en julio, equivalente al 19%, reportó General Eduardo Martínez.
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Radio Santa Fe con Agencias