A partir de este año, Colombia cuenta con sus propias guías para la vacunación de adultos. El documento, redactado por unos 15 médicos de 10 especialidades y publicado en la revista Infectio, es el primero en su estilo elaborado en el país y América Latina.
Las nuevas guías, oficialmente presentadas el pasado 8 de agosto, hacen énfasis en el hecho de que un buen número de muertes de adultos en el mundo se producen por enfermedades que se habrían podido evitar con la administración de vacunas.
Por ejemplo, las enfermedades inmunoprevenibles en adultos de Estados Unidos causan anualmente entre 45.000 y 55.000 muertes, “especialmente la influenza y la enfermedad respiratoria, entidades que ocupan el tercer lugar como causa de mortalidad en 31 países latinoamericanos, después de la enfermedad cardiovascular y la cerebrovascular”, señala el documento.
Más de 20 enfermedades pueden prevenirse con la administración de vacunas en los adultos. Actualmente, en el mercado hay 15 tipos de vacunas indicadas para esta población, que se comercializan bajo 40 marcas distintas.
La “Guía de práctica clínica para la vacunación del adolescente y del adulto en Colombia 2012” incluye recomendaciones que a lo largo de la última década, gracias a la mayor información disponible, han ganado importancia.
Es el caso de la prevención de la influenza, la enfermedad invasiva por neumococo (neumonía, meningitis y septicemia), el virus del papiloma humano (causa del cáncer de cuello uterino) y la dolorosa infección por herpes zóster (biológico aún no disponible en Colombia).
Algunas de las vacunas para adultos también son recomendadas en caso de que el esquema de vacunación de la infancia esté incompleto, sea necesario un refuerzo o la persona viaje o presente situaciones de riesgo.
Según la Asociación Colombiana de Infectología (Acin), que desde 2010 lideró la redacción de las guías, este esfuerzo busca generar mayor conciencia sobre la importancia de la vacunación más allá de la infancia.
“Las tasas de vacunación en los adultos, son, en general, subóptimas, y en nuestro país se encuentran centralizadas”, afirma el documento. Los expertos también advierten un buen número de infecciones que hubieran podido prevenirse con vacunas acarrean consecuencias graves para los pacientes que sufren enfermedades crónicas como aterosclerosis, diabetes o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
“En esta época la población adulta está creciendo rápidamente y es muy vulnerable ante padecimientos que pueden ser prevenidos con vacunación –señala el médico infectólogo Juan Manuel Gómez, líder del proyecto–. Tenemos una población a la que se le puede aplicar la vacuna y prevenir males que cuestan muchísimo y que incapacitan a la comunidad. En los niños y niñas la situación ha mejorado notablemente; a eso queremos llegar con los adultos”.
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