El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, señaló que espera ante un eventual proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, que estos acercamientos leguen a un feliz término y ponga fin a la guerra fratricida en ese país.
Correa dijo en una entrevista televisiva que “Dios quiera (…) que este proceso de paz que se ha iniciado llegue a un feliz término y se acabe esa guerra fratricida que ya dura medio siglo y que ya perdió su razón de ser. Esto no va a ningún lado, se trata solamente de desgaste mutuo de violencia”.
Agregó que “si alguna vez las Farc quisieron lograr justicia social por medio de la lucha armada en Colombia, pues ese objetivo se perdió, se está haciendo un daño muy grande”.
“Es ahora o nunca que las Farc y los demás grupos irregulares colombianos pueden lograr la paz y hacerle un gran bien a Colombia y al continente entero”, declaró Correa.
“Creo que es de las mejores noticias que ha recibido la región en las últimas décadas. Esa ha sido una guerra fratricida, ha costado demasiado a Colombia y a los países vecinos”, dijo el presidente ecuatoriano.
Añadió que a su país cuesta alrededor de 120 millones de dólares anuales cuidar la frontera con Colombia, además de que ha sufrido “ataques, invasiones y muertos”.
Correa destacó que las relaciones colombo-ecuatorianas están en un “extraordinario momento, hay una gran coordinación, yo diría hasta empatía con el Gobierno” de Santos.
“Somos gobiernos con orientaciones ideológicas diferentes, pero representantes legítimos de nuestros respectivos pueblos y hay un respeto mutuo, hay un afecto mutuo. Colombia ha sido el país históricamente más cercano al Ecuador”, señaló.
Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, apuntó que “en caso de requerir el apoyo del Ecuador, lo haremos en cuerpo y alma” con los diálogos de paz en Colombia.
Las últimas negociaciones de paz del gobierno colombiano con las FARC se desarrollaron durante cuatro años en una zona desmilitarizada de 42.000 km2 en la región del Caguán (sureste), hasta su ruptura en febrero de 2002.
Santa Fe con agencia AFP