La calma retornó este jueves a la ciudad de Cali, luego de los violentos y prolongados desórdenes que se registraron la víspera y que dejaron cuantiosos daños materiales, 7 heridos y 40 detenidos, en desarrollo de una protesta de conductores de transporte urbano tradicional por las consecuencias de la implementación del MIO, un sistema similar al Transmilenio en Bogotá.
Los desmanes que se generaron desde la madrugada y se prolongaron hasta la noche en varios puntos de la ciudad dejaron 50 buses del MÍO averiados y graves destrozos en las estaciones del centro.
Según la policía caleña, 17 de los 40 detenidos en desarrolo de los actos vandálicos, serán judicializados.
Anoche, en medio de una ofensivas con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, el escuadrón del ESMAD dispersó a los manifestantes mientras las gruas del tránsito retiraron los buses y busetas con cuales los transportadores tenían bloqueado el centro de la capital del Valle.
Para facilitar la movilidad de los ciudadanos el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, decidió levantar hoy la restriccion del pico y Placa para vehiculos particulares.
Igualmente dispuso que el pasaje en el Sistema de Transporte Masivo, MÍO, será totalmente gratuito.
Representantes de los transportadores firmaron un documento con la alcaldía y la personería en el cual se acuerda para el próximo 5 de septiembre el inicio de diálogos para analizar sus demandas.
Los conductores de los buses y busetas tradicionales consideran que la decisión de sacar definitivamente sus vehículos de las vías, para implementar el MIO, provocará una “masacre laboral”
El vocero de los transportadores, padre Édinson Huerfano, dijo que se debe concertar para que las empresas que se quedaron por fuera del proyecto del MÍO no desaparezcan, pues esto ocasionaría una verdadera “crisis social”.
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