El ejército de Estados Unidos entregó el control de la penitenciaria de Bagram a las autoridades afganas. Sin embargo, cientos de prisioneros, incluyendo reclusos detenidos en los últimos meses, seguirán bajo responsabilidad estadounidense.
La cárcel de Bagram, ubicada al norte de Kabul, alberga a alrededor de 3 mil reclusos, diez veces más que en la base de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba.
A diferencia de Guantánamo, los detenidos en Bagram no tienen ninguna protección legal.
Bagram ha sido blanco de críticas y denuncias por ser lugar de detenciones secretas sin ninguna protección legal para los presos, así como torturas y abusos contra ellos, especialmente durante el gobierno del presidente George W. Bush.
En 2002 dos reclusos fallecieron tras ser maltratados por cinco militares estadounidenses, quienes fueron sentenciados por este delito.
La entrega de este centro penitenciario a Afganistán hace parte de un plan de transferencia de prisioneros a las autoridades de ese país.