El secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, manifestó que mediante una auditoría realizada en el Hospital El Tunal se encontraron inconsistencias en el suministro de alimentos a los pacientes: “a los enfermos no se les daban las dietas prescritas por los especialistas o les suministraban un menú no indicado”.
El funcionario dijo que, pese a haberse contratado el servicio de alimentación por 490 millones de pesos a la empresa Pharmacenter, se ha venido presentando un incumplimiento de las dietas ordenadas.
De otro lado, la Secretaría de Salud encontró que se han destinado adiciones presupuestales a contratos como el suscrito con Cardiovital SAS, en el 2010, cuyo valor inicial era de 120 millones de pesos, y terminó elevándose a 846 millones.
Jaramillo reveló que además este contrato se hizo sin cumplir las normas de ley, sin pólizas, soportes y ni controles a que la empresa cumpliera con los requerimientos solicitados, como lo era disponer de dos ecocardiógrafos y electrocardiógrafos, de los cuales solo uno funcionaba.
Otra contratación irregular fue la firmada con el Centro Cardiovascular Colombiano, del cual la auditoría señaló que había especialistas con «agendas y consultas simultáneas, a la misma hora y fecha, en cinco hospitales de la red distrital».
El Tunal “es una de las instituciones que, después de ser un ejemplo de hospitales públicos, es hoy uno de los que registra la más mala deuda y quejas, que fueron las que llevaron a la Secretaría de Salud a hacerle esta auditoría”, señaló el Secretario, quien advitió que se adelantarán las respectivas investigaciones y sanciones.