Bogotá

Aún no se vislumbran responsables en caso menor contagiada con VIH

E n torno al caso de Ingrid Melissa Caicedo, la niña de 12 años que actualmente es portadora del VIH, según su padre, por una transfusión que se le practicó en el Hospital San José de Bogotá, hay múltiples declaraciones, pero pocas conclusiones sobre el origen del contagio y las responsabilidades del caso.

El pasado 22 agosto, la menor fue atropellada por un vehículo en el sector de Arbolizadora Alta al sur de la capital, de inmediato fue llevada al Hospital El Tunal de donde fue remitida al Hospital San José, puesto que el primer centro hospitalario no contaba con un cirujano vascular que atendiera la emergencia.

De acuerdo con el director del Hospital San José, el doctor Alberto Blanco, Ingrid Melissa presentaba un cuadro de anemia crónica, debido a la hemorragia que causó la fractura de pierna que le dejó el accidente. Por esta razón, los médicos debieron realizarle una transfusión de sangre, procedimiento que el hospital catalogó de “urgencia vital”.

En declaraciones entregadas a los medios de comunicación el 13 de septiembre, el doctor Blanco manifestó que “en una urgencia vital no existe el consentimiento”, al ser un asunto de vida o muerte; así que no se pidió a los familiares de la menor autorizar el procedimiento.

Sin embargo, el mismo médico aseguró en Radio Santa Fe que al momento de la urgencia los padres de la niña no se encontraban presentes, por lo que el Hospital San José debió recurrir al ICBF para solicitar una autorización que permitiera hacer la transfusión de sangre.

Quince días después, salió a la luz pública la denuncia de Wilber Caicedo, el padre de Ingrid Melissa, quien acusó al Hospital San José de haber contagiado a su hija con el VIH, mediante la transfusión practicada.

“La niña entró sana al hospital”, aseguró Wilber, quien afirmó que nadie en su familia está infectado con el virus. No obstante, ni él, ni ningún pariente de la menor ha sido valorado por Medicina Legal para determinar si también son portadores del VIH. El doctor Blanco señaló que ese requerimiento lo realizó la institución que él dirige, pero los familiares han hecho caso omiso de este.

“Si esa transfusión no se hubiera hecho, la niña habría muerto”, manifestó el director del Hospital San José. Así mismo señaló que el banco de sangre cuenta con el respaldo de la Secretaría de Salud y el Invima, y que no hay posibilidad de que en este tratamiento hubiera infectado a la menor.

De otro lado, el 14 de septiembre, el Hospital San José emitió un comunicado en el cual se informó que se realizaron pruebas a los donantes de la sangre que fue utilizada en el procedimiento médico, dichos exámenes resultaron negativos, es decir, ninguno de los donantes es portador del VIH, lo que comprobaría que la menor de 12 años no pudo contagiarse por esta vía.

“Esto confirma la idoneidad de los procedimientos practicados en la transfusión y los estándares de calidad del banco de sangre del Hospital San José”, se asegura en la comunicación del Hospital San José.

El doctor Alberto Blanco explicó que “todos los donantes dejan su muestra en el banco de sangre, en la ceroteca donde se guarda un registro de los últimos cinco años”, y en caso de requerir un estudio se hace uso de esta ceroteca.

Sobre la posibilidad de que la niña haya estado en contacto con el virus a través de vías diferentes a la transfusión, como el haber mantenido relaciones sexuales, Wilber Caicedo afirmó que su hija “es juiciosa, no tiene novio, ni es rebelde” y enfatizó que no tiene vida sexual.

Adicionalmente, el padre de Ingrid Melissa afirmó que cuenta con pruebas que certifican que su hija no sufrió abuso sexual, y que es virgen, pero hasta el momento no las ha presentado.

Por su parte, el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, manifestó que si la mencionada prueba que tiene Wilber Caicedo demuestra que el himen de la menor está íntegro, “habría que sospechar más bien de otras vías de contagio”.

Y aclaró que para diagnosticar que una persona es portadora del VIH se necesita mucho más de quince días, pues “el virus requiere una etapa de incubación” que tarda más tiempo.

“Hay un período entre la contaminación y que el virus aparezca que es detectable en las personas en cuestión de meses o años, eso se llama la ventana del virus. Es decir, que la persona está contagiada, pero ni aparece en las pruebas sanguíneas, ni manifiestan ningún síntoma”, agregó Valdés.

Actualmente, la menor se encuentra bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, cobijada con una medida de protección especial. “La niña estaba en estado abandónico, no quiere decir que no estaba protegida por la familia, pero la niña estaba sola al momento del accidente”, aseveró, en entrevista con Radio Santa Fe, Edgar Lombo, director seccional Bogotá del ICBF.

Hasta el momento, Ingrid Melissa continúa internada en el Hospital San José donde se recupera del accidente que sufrió. Cabe aclarar que la menor, si bien porta el virus del VIH, no ha sido declarado que tenga Sida, enfermedad que se desarrolla a partir del virus.

Mientras el ICBF determina si la familia es protectora de la menor, en caso de que sea dada de alta, pasará a estar bajo tutela de la institución.

“La niña no va a ser retirada completamente de su núcleo familiar. Tan pronto la niña se le dé el alta vamos a ser avisados, para ser conducida a una de nuestras entidades para brindarle toda la protección”, manifestó Lombo.

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