Después de una laboriosa y paciente investigación adelantada por la Policía en Medellín, se logró esclarecer un aberrante caso de homicidio perpetrado por la esposa de la victima, quien en un comienzo le hizo creer a las autoridades que se trataba de un suicidio.
La historia de este tétrico hecho se remonta al 18 de octubre de 2008, en la calle 94 con carrera 70 del barrio Castilla, occidente de Medellín, en donde un hombre mayor de edad departía con su compañera permanente en el interior de su vivienda consumiendo licor.
Esa misma noche y al calor de los tragos, se escuchó un disparo dentro del inmueble y la esposa del individuo empezó a gritar pidiendo ayuda a los vecinos ya que supuestamente su marido se acababa de suicidar con una arma de fuego.
Una vez registrado el caso por el grupo de homicidios de la Sijin de la Policía Metropolitana de Medellín, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, los investigadores empezaron a hallar serias inconsistencias, no solo en las declaraciones de la presunta viuda, sino en la manera como en que se descubrieron los hechos a través de las pruebas y peritazgos en el lugar de los homicidio.
Una de ellas fue la de la prueba de residuos de pólvora a las manos de la compañera de la víctima, la cual arrojó resultado positivo. Así mismo se efectuaron otros estudios técnicos de trayectoria y distancia del disparo, análisis de las manchas de sangre en el lugar de los hechos y revisión a las inconsistencias encontradas en la versión de la mujer y de algunos testigos.
Con los resultados obtenidos por las autoridades en Medellín, un juzgado penal con funciones de control de garantías expidió orden de captura en contra de la mujer de 37 años por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y/o municiones, al encontrarla responsable de la muerte de su propio compañero sentimental.
Al conocer el requerimiento por parte de la Fiscalía, la mujer se fue de la ciudad, para que después de varios meses de seguimiento e interceptaciones a llamadas telefónicas que la presunta asesina había realizado a varios de sus familiares, fuera capturada en una vivienda de la calle 161 con carrera 16c, de la localidad de Usaquén en la capital del país.
Una vez ubicada, fue trasladada a Medellín, donde fue presentada ante un juez de garantías, para que responda por el delito de homicidio agravado en contra de su propio esposo.
El comandante de la Policía en Medellín el general Yesid Vásquez Prada precisó que en lo que va corrido del año han sido capturadas 1.347 mujeres entre ellas 21, por el delito de homicidio.