Voceros de la petrolera mexicana Pemex anunciaron que el incendio dejó como saldo 26 trabajadores muertos, siete desaparecidos y 28 heridos. Así mismo, se descartó que la conflagración haya sido por causa de un atentado, pues las investigaciones preliminares señalan que pudo ser un “accidente inusual”.

“No tenemos ninguna evidencia de que se tratase de un incidente causado, o algún tipo de atentado o algo así, toda la evidencia apunta a que fue un accidente inusual”, dijo Juan José Suárez, director de Petróleos Mexicanos.

Y agregó que “toda la información sobre el funcionamiento de la planta está grabada en equipos electrónicos” que serán analizados por la fiscalía.

De otro lado, el incendio ocasionó daños al patín de medición, así como a un ducto y algunas válvulas de control. A través de Twitter la empresa anunció que “trabajan en el sitio unidades contra incendio de Pemex, bomberos estatales y municipales, y elementos de Protección Civil”.

El incidente es el más grave registrado en las instalaciones de Pemex desde diciembre de 2010, cuando 29 personas resultaron muertas murieron en el incendio de un ducto en el centro del país.