El Barcelona venció por primera vez en el Estádio Da Luz al Benfica de Portugal (0-2) en la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un partido complicado hasta que el equipo catalán se hizo con el control del balón.
Cinco días antes de medirse en el clásico ante el Real Madrid,los azulgrana, que ya suman su séptima consecutiva, se colocan líderes del grupo G, con dos puntos más que el Celtic de Glasgow, que se trepó al segundo puesto al vencer al Spartak de Moscú (2-3).
El Barça se encontró con un Benfica atrevido y ofensivo que le causó problemas a la contra y en las jugadas a balón parado, pero a diferencia de los últimos partidos provocó esta situación gracias a un tempranero gol de Alexis Sánchez que acabó con el cerrojo que se intuía en los lisboetas.
Se intuía un partido sin espacios para el Barça y con el Benfica golpeando a la contra, y así fue hasta que el chileno abrió la lata a pase de Messi. Entonces, los ‘águilas’ no perdieron el tiempo en cambiar el esquema e irse hacia arriba, llegando con cierto peligro al área de Víctor Valdés, que tuvo que desviar disparos lejanos y estar atento a las jugadas ensayadas de los locales.
El segundo gol, llegó por intermedio de Lionel Messi, quien con una excelente asistencia y el buen control y disparo de Cesc Fábregas, que volvió a marcar después de los dos goles que iniciaron la remontada en Sevilla en la última jornada de la Liga
Benfica intento reaccionar y atacaba con peligro por las bandas a la zaga blaugrana que tuvo errores en la marca, pese a que el capitán Carles Puyol, de vuelta al once inicial, fue entonándose para acabar liderando la línea hasta su lesión.
A quince minutos del final, la lesión de Puyol estropeó la noche tranquila del Barcelona. En un córner, cayó en escorzo y sufrió una luxación del codo del brazo izquierdo, su tercera lesión en los últimos meses.
Con la expulsión de Busquets, por supuesta agresión, a falta de tres minutos del final se cerró el partido.