Lorna Cepeda, Mónica Layton y Bárbara Perea, protagonizan 10 Reglas Para No Matar a su Marido, una obra teatral que les enseña a las mujeres de manera muy divertida como salir de esa rutina matrimonial.
Escrita y dirigida por Juan Ricardo Gómez estará de jueves a sábado en el Teatro Santa Fe, a las 8:30 p.m. , a partir del 27 de septiembre hasta el 1 de diciembre.
Las mujeres hacen hasta lo imposible para conseguir marido pero después de que lo logran, solo saben quejarse y lanzar improperios y muchas de ellas se plantean la siguiente reflexión “ me case o me encarcele”. Artes Producciones presto atención a esas inconformidades y creo para ellas esta obra, en donde no solo encontrarán un reflejo de su realidad sino una divertida forma de retratar su matrimonio. 10 Reglas para No Matar a su Marido es un espejo de esos gritos y esas quejas de manera muy cómica e inteligente, esta obra romperá la rutina matrimonial y los más importante, salvará muchas vidas, la de los maridos.
PERSONAJES
Lucy: Es el personaje interpretado por Lorna Cepeda, es la encargada de hacer el aseo en la oficina. Ella tiene una muy buena relación con su esposo y tiene un excelente hogar conformado por dos hijos hombres. Su forma de ser es muy alegre y espontanea y le gusta cantar cuando limpia.
Gloria Es el personaje interpretado por Mónica Layton y es la secretaria de la oficina. La relación con su marido no es muy buena porque él es muy machista. Desde que tuvo su primer hijo su esposo la obligaba a criarlo y a estar con el todo el tiempo y no se podía dedicar a su vida profesional. Es una personaje muy introvertida quien se esconde en una bufanda y una chaqueta que siempre utiliza para ocultar su hermoso cuerpo de la vista de los demás hombres.
Pilar: Este personaje es interpretado por Bárbara Perea quien es la jefe de la oficina que siempre esta de mal genio. La relación con su marido no es muy buena, su marido es un mantenido que desde el momento en que se caso dejo de trabajar y ella es la que ha sostenido su hogar durante mucho tiempo. Siempre están con mal humor y muy pocas veces se pone a conversar con sus empleadas sobre la vida privada porque ella es de clase alta y no se va a juntar con la servidumbre.