A pocos días de iniciarse la segunda fase del proceso de negociación entre el Gobierno y las Farc, el presidente del episcopado colombiano, Monseñor Rubén Salazar, manifestó que “el fin del conflicto armado no es sinónimo de paz, sino más bien es el punto de inicio para construir una paz integral en el país”.
Así mismo, recordó que la Iglesia Católica en Colombia está dispuesta a desempeñar un rol de facilitador en el proceso siempre y cuando el gobierno del presidente Juan Manuel Santos lo requiera. “El mandatario de la República ha expresado su intención de contar con el aporte de la Iglesia Católica”, añadió.
Ante la consulta sobre la participación del ELN en el proceso de negociación, el prelado reiteró que es fundamental que entren en este proceso y que el gobierno tiene la responsabilidad de buscar los mejores mecanismos para que así sea. Y advirtió que el proceso de negociación debe “ir más allá” buscando el fin de todas las bandas criminales.
Monseñor Rubén Salazar también hizo un llamado para que se tenga paciencia en este proceso. “Muchas acciones no necesariamente deben ser conocidas para evitar desorientación y conflicto que en el pasado ha llevado al fracaso al proceso de paz”, agregó.
Además señaló que “lo importante es que las partes quieran llegar a un acuerdo y que tengan un verdadero deseo por lograr la paz”, además de estar dispuestos a encontrar las soluciones a las dificultades que se presenten en el proceso.
El arzobispo bogotano llamó a los colombianos a ser “portadores y facilitadores de paz” que ofrezcan actitudes de reconciliación, paz y perdón.