El presidente de la Comisión Italiana de Grandes Riesgos, Luciano Maiani, dimitió hoy en protesta por la condena a siete exmiembros del comité, acusados de subestimar los riesgos del sismo ocurrido en L’Aquila en 2009.
Maiani, jefe del organismo nacional encargado de alertar sobre peligros naturales, explicó su renuncia al cargo al manifestar que no veía las condiciones para trabajar en paz.
No es posible facilitar al Estado avisos serenos, desinteresados y altamente profesionales con esta loca presión judicial y mediática, esto no ha ocurrido en ningún otro país del mundo, significa la muerte del servicio prestado por los profesionales al Estado, añadió.
El comité, nombrado por el gobierno, alerta a las autoridades italianas de protección civil de los riesgos de terremotos, erupciones volcánicas, incendios forestales, desastres químicos, inundaciones o aludes.
La prensa italiana había anticipado la dimisión de Maiani tras la pena de seis años de cárcel impuesta ayer a sus colegas, y se espera además la renuncia del vicepresidente de la comisión, Mauro Rosi, y del presidente de honor, Giuseppe Zamberletti.
Nosotros los sismólogos no podemos prever los terremotos, es imposible predecirlos, expresó este martes al diario Il Messaggero Enzo Boschi, uno de los condenados, quien dijo sentirse abatido y desesperado por la decisión.
El experto, de 70 años, dirigía el Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología hasta el año pasado y había participado en un encuentro del comité nacional en L’Aquila días antes de que el terremoto matara a más de 300 personas el 6 de abril de 2009.
Boschi negó haber garantizado alguna vez a los residentes de L’Aquila que todo estaba bien, y destacó que son los políticos y funcionarios, y no los científicos, los que deciden la evacuación de la ciudad. PrensaLatina