El próximo sábado 10 de noviembre el humor político de Laureano Márquez llegará a Bogotá, a partir de las 8 de la noche al Teatro del Gimnasio Moderno, en una única función, cargado sátira, controversia y repentismo con el talento de uno de los más grandes humoristas que haya dado Venezuela, un fuerte opositor del gobierno de Chavez que ha sido tildado de yakee, muchas veces censurado y atacado por el gobierno de turno de su país.
YO NO, es el monólogo que llevará por primera vez el humorista y politólogo Laureano Marquez a Bogotá y se trata de una autobiografía o un ejercicio a través del cual hará un recuento por sus logros y fracasos y cómo éstos le han servido para su crecimiento personal y artístico. No es que le importe mucho que el resto del mundo conozca su vida, sino que como se han puesto de moda las autobiografías él dice: “Si Ricky Martín cuenta su historia en su libro titulado YO; YO NO me quedo por fuera”.
NO es que deba existir un parangón obligado entre el boricua y el humorista, sino que luego de varios éxitos en montajes anteriores, le dio también por desnudar su alma para demostrar porqué frente a los atropellos del mundo, siempre se puede decir “YO NO”, y para eso, tal como lo relató en su artículo de prensa, se está haciendo militante de una nueva corriente filosófica, la cual él mismo bautizó como “Yonoísmo”, que “consiste en hacerse un listado de todas aquellas atrocidades, atropellos, injusticias, abusos, excesos, violaciones de derechos, irrespetos, corruptelas, vivezas y maldades, frente a las cuales, aunque otros digan sí, uno puede y debe decir: “yo no”, vengan de donde vengan”.
Más actual que nunca su monólogo, pues también disertará sobre los resultados de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela.
Él empieza su lista así: “primero que nada aclaro que YO NO soy, YO NO tengo tanto dinero como cree alguna institución para multarme, YO NO puedo hacerme la vista gorda frente a las injusticias que suceden en el país, YO NO acepto las incongruencias de un estado manipulado por las arbitrariedades de una sola persona, YO NO puedo dejar de poner un granito de arena para que no sigamos como estamos, YO NO perderé la esperanza ni las ganas de cultivar semillas para construir el páis que todos merecemos, YO NO dejo de ser optimista, YO NO quiero los resultados de las elecciones, YO NO quiero a Esteban…”
En este monólogo, Laureano Márquez se permitirá aconsejar e incitar a los asistentes a empezar su propia lista y a hacer siempre lo correcto para que podamos vivir en paz, que es la moraleja final del libro de Riky: que todos nos aceptemos como somos, aunque en el venezolano caso aplique a que “nos aceptemos unos a los otros, seamos rojos, azules, verdes o blancos”.