De acuerdo a la Ley de Inclusión Educativa, los estudiantes con discapacidad deben recibir su educación junto con los estudiantes que no tienen ninguna discapacidad, esto implica una adecuación especial de los planteles educativos especiales como que tengan rampas, baterías de baño, aulas especiales para educación personalizada, herramientas pedagógicas adecuadas, y docentes con formación, entre otras.

Aunque la Secretaria de Educación Distrital registre que hay 91 colegios oficiales con la infraestructura para recibir estudiantes con discapacidad, la Federación Colombiana de Educadores FECODE dice que es muy baja la cantidad de colegios que cuentan con la infraestructura adecuada para atender a la población discapacitada.

Uno de los aspectos que urge mejorar también es la formación de docentes para atender esta población ya que no todos están en capacidad para desempeñarse como docente de educación especial, destaca Senén Niño, Presidente de Fecode.

“Muchos docentes debemos manejar diferentes discapacidades junto con el nivel de atención del resto de alumnos y en muchas ocasiones es preciso contar con un aula especial para el desarrollo de ciertas habilidades y otras aulas normales para la atención de otras actividades regulares”, agrega Jorge Laverde, miembro de la Asociación Distrital de Educadores ADE.

Considerando que los estudiantes con discapacidad deben llegar a la universidad adaptados al sistema de educación normal, es importante que se revise bajo qué condiciones se está poniendo en práctica la Ley de Inclusión Educativa y sus efectos o resultados en materia de calidad, concluyó Niño.

Los colegios deben desarrollar prácticas inclusivas para niños, niñas y jóvenes con:
· Retardo mental leve, síndrome de Down y autismo.
· Ceguera y baja visión diagnosticada.
· Sordera e Hipoacusia diagnosticada.
· Lesión neuromuscular.
· Multidéficit
· Talentos y excepcionales.