Hace algunos años, antes de que existieran las redes sociales o que se le diera un mal uso al internet, se conocían ciertas situaciones particulares en las instituciones educativas por parte de los estudiantes, en las cuales obtuvimos ser víctimas de alguna burla, chiste, agresión verbal entre otras amenazas por parte de los compañeros que hacían parte de esta comunidad estudiantil, esto lo único que generaba era un poco de malestar en su momento, pero no era tan notable y podía pasar desapercibido, y que si ahora lo recordamos seguramente sea una anécdota más de nuestra vida.
Ahora, en el siglo XXI nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA) están siendo víctimas de una modalidad silenciosa denominada CYBERBULLYING utilizada entre pares lo cual busca amenazar, atormentar, humillar, burlar o molestar a otro mediante internet, teléfonos móviles o usando la tecnología para este fin. Los perjuicios que se están observando en estos infantes agredidos son daños psicológicos, hasta el punto que el (NNA) debe ser remitido al psicólogo o psiquiatra los cuales reportan ansiedad, depresión, distímia, episodios de hipomanía entre otros y daños físicos como problemas digestivos, dolores de cabeza, espasmos musculares o la auto agresión.