Al acogerse a sentencia anticipada por los delitos de desaparición forzada en concurso heterogéneo con desplazamiento forzado y homicidio en persona protegida.

Elda Neyis Mosquera García, alias Karina, y Nelson Antonio Patiño Cuartas, alias El Zorro, fueron sentenciados por el mismo juzgado a 23 años y 11 meses de cárcel y al pago de 2.656,25 salarios mínimos legales mensuales.

Según la investigación, efectuada por la Fiscalía 11 Especializada de la Unidad Nacional contra delitos de Desaparición y el Desplazamiento Forzados, los dos guerrilleros participaron en el desplazamiento y posterior homicidio del campesino Ernesto de Jesús Tabares Márquez, de 75 años de edad.

El 2 de julio de 2003, la víctima debió abandonar su parcela de la vereda Raudales, en el municipio de Samaná (Caldas), en compañía de su familia por amenazas de milicianos de las FARC, que pretendían reclutar a su hijo de 22 años.

Un mes después la víctima regresó a recoger sus pertenencias, pero ante la negativa del joven para ingresar al grupo subversivo, Tabares Márquez fue interceptado nuevamente, retenido y asesinado con un disparo por la espalda en presencia de sus familiares. Posteriormente, el cadáver fue lanzado al río Samaná y sus bienes repartidos entre varios integrantes de las FARC.

Por estos hechos también está siendo investigado Neftalí Franco Galvis, alias Neifer o Buche, supuesto cabecilla de las milicias del mismo frente guerrillero al que pertenecía alias Karina.

Al parecer, Franco Galvis estaría vinculado con la desaparición y homicidio de por lo menos otras cinco personas, pertenecientes al núcleo familiar de Tabares Márquez.