–Este domingo, en el penúltimo ángelus dominical, antes de su retiro previsto para el próximo 28 de febrero, el Papa Benedicto XVI pidió a miles de feligreses que recen por él y además advirtió que la Iglesia, que es madre y maestra, llama a todos sus miembros a renovarse y a renegar del orgullo y del egoísmo y vivir en el amor.
“Agradezco de corazón a todos su oración y afecto en estos días. Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los Ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana”, afirmó Benedicto.
El Pontífice hizo votos para que en este tiempo de Cuaresma la “contemplación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo nos ayude a seguirlo más de cerca”.
Hablando en español el Papa expresó:
“Llenos de fe y esperanza, encomendemos la Iglesia a la maternal protección de María Santísima”.
El Pontifice también exhortó a los fieles a no instrumentalizar a Dios para sus propios beneficios, “dando más importancia al éxito y a los bienes materiales” que a El.
“La Iglesia llama a todos sus miembros a renovarse (…). Eso conlleva siempre una lucha, un combate espiritual porque el espíritu del mal se opone siempre a nuestra santificación y trata de hacernos desviar de la ruta hacia Dios”, ha indicado el Papa desde el balcón de su estudio privado.
“En los momentos decisivos de la vida y, realmente en cualquier momento, nos encontramos ante un dilema: ¿Queremos seguir el yo o a Dios? ¿El interés personal o el verdadero bien, lo que realmente está bien?”, preguntó.
El Pontífice centró su reflexión del Ángelus en las tentaciones que sufrió Jesús durante los 40 días que estuvo en el desierto y advirtió que muchas veces el mal se traviste de bien.
“El tentador disimula: no nos empuja directamente hacia el mal sino hacia un falso bien, haciéndonos creer que las verdaderas realidades son el poder y lo que satisface las primeras necesidades”.
“De ese modo Dios se hace secundario, se reduce a la mitad, en definitiva se vuelve irreal, no cuenta más, desaparece. En última instancia en las tentaciones está en juego la fe, porque está en juego Dios”, sostuvo el Pontífice.
Benedicto XVI también “suplicó” a los fieles que recen por él y por el próximo Papa.
“Agradezco de corazón a todos su oración y afecto en estos días. Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana”, afirmó Benedicto.
Los feligreses asistentes al angelus exibieron pancartas para saludar y despedir al pontífice. Una de ellas en italiano decía:
“Gracias. Allí donde estés siempre estaremos contigo”.
“Gracias, humilde trabajador de la viña del Señor”, se leía en otro póster, mientras en uno más se decia: “Te hemos amado muchísimo. Gracias”.