–Monseñor Nunzio Scarano, Obispo de Salerno, Italia, fue capturado este viernes por orden de un fiscal de Roma que lo acusa de fraude y de corrupción y presunto blanqueo de dinero a través del Instituto de Obras Religiosas (IOR), más conocido como el Banco Vaticano.

El obispo Scarano, quien trabajaba como contable en la administración financiera del Vaticano, fue detenido junto con el ex agente de los servicios secretos Giovanni Maria Zito, expulsado hace tres meses del cuerpo de carabinieri, y el bróker financiero Giovanni Carenzio.

La captura de Monseñor Scarano se produjo en una parroquia de las afueras de Roma, según lo confirmó su abogado, Silverio Sica.

El obispo había sido suspendido de sus funciones hacía varias semanas con motivo de la apertura de una investigación judicial sobre sus actividades en Salerno.

Las detenciones se hicieron efectivas en el marco de la investigación iniciada en 2010 por la Justicia italiana contra los entonces presidente y director general del IOR, Ettore Gotti Tedeschi y Paolo Cipriani, por violación de las normas para impedir el blanqueo de dinero.

El obispo Scarano es acusado de haber sustraido alrededor de 600.000 euros en efectivo de una cuenta en el Banco Vaticano, por lo general en pequeñas cantidades de 10.000 euros cada una, que posteriormente eran entregados a unos cómplices para que los convirtieran en cheques que el propio obispo depositaba a continuación en una cuenta abierta en un banco italiano para pagar una hipoteca.

Los hechos se producen dos días después de que el Papa Francisco nombrara una comisión pontificia de cinco miembros con la misión de investigar las actividades del Instituto de Obras Religiosas.

La comisión, que es presidida por el Cardenal Raffael Farina, recopilará documentos, datos e información sobre el IOR y presentará los resultados de su trabajo al Papa, que ha tomado esta decisión por su deseo “de conocer mejor la situación jurídica y las actividades” del Banco Vaticano, según informó el jefe de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Padre Federico Lombardi.

El objetivo del Pontífice, según Lombardi, es “permitir una mejor armonización del mismo con la misión de la Iglesia universal y la Sede Apostólica, en el contexto más general de las reformas que sean oportunas realizar por parte de las instituciones que dan auxilio a la Sede Apostólica”.