El gobierno brasileño comenzó el lunes a investigar si firmas de telecomunicaciones que operan en el país cooperaron con Estados Unidos como parte de un programa de espionaje que ha recogido información sobre miles de millones de conversaciones telefónicas y mensajes electrónicos.
Anatel, la entidad brasileña que norma el sector de telecomunicaciones, expresó en un comunicado que trabaja con la Policía Federal y otros departamentos del gobierno en la pesquisa.
El diario O Globo reportó esta semana que información revelada por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) Edward Snowden mostró que Brasil es el principal blanco en Latinoamérica del masivo programa de espionaje electrónico de la NSA.
Brasil no es el único preocupado al respecto. Privacy International, el grupo activista con sede en Londres, presentó una demanda el lunes por las supuestas actividades de espionaje a usuarios telefónicos y de internet en Gran Bretaña.
“Vale la pena dejar claro que la confidencialidad de datos y comunicaciones telefónicas es un derecho garantizado por la Constitución, por nuestras leyes y por las normas de Anatel”, indicó el ente normativo brasileño en una nota en su portal en internet. “Es una violación penalizada en términos civiles, penales y administrativos”.
O Globo informó que la NSA recolectó información por medio de una asociación entre compañías de telecomunicaciones estadounidenses y brasileñas pero 1ue no podía verificar cuáles compañías brasileñas participaron ni si estaban al tanto de que sus relaciones se usaban para labores de espionaje.
El ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, dijo a reporteros en Brasilia que no tenía “ninguna duda” de que ciudadanos e instituciones brasileños fueron blanco de espionaje.
“Hasta el Parlamento Europeo fue monitoreado — ¿creen ustedes que no sucedió con nosotros?”, dijo. “Tenemos que verificar las circunstancias en las que ocurrió esto, la forma exacta y cuándo”.
El artículo de O Globo, publicado el domingo, indicó que “Brasil, que tiene grandes redes digitales privadas y públicas operadas por grandes compañías de telecomunicaciones y de internet, parece destacarse en mapas de la agencia estadounidense como blanco prioritario del tráfico telefónico y de datos, junto con naciones como Rusia, China y Pakistán”.
El artículo no describe el tipo de información recogida, pero los programas estadounidenses parecen centrarse en lo que se conoce como metadatos: registros de duración y horas de mensajes, direcciones y otra información, en lugar del contenido de los mensajes.
El periodista estadounidense Glenn Greenwald, que vive en Río de Janeiro y dio a conocer originalmente la historia de Snowden para el periódico británico The Guardian, fue coautor del reporte del domingo en O Globo.
En una entrevista con la cadena Globo TV, Greenwald dijo que los documentos de Snowden muestran que Estados Unidos estaba usando a Brasil como “puente” para recoger datos de países mejor protegidos a los que no puede conseguir acceso directo, pero cuyo tráfico pudiera pasar por territorio brasileño.
“Nosotros no tenemos acceso al sistema de China, pero tenemos acceso al sistema de Brasil”, dijo Greenwald. “Así que recogemos el tráfico en Brasil no porque queramos saber lo que dice un brasileño a otro brasileño, sino porque queremos saber lo que alguien en China le dice a alguien en Irán, por ejemplo”.
Santa Fe con agencias
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