–Estancadas en el proceso para definir una metodología para las negociaciones posteriores, se encuentran las conversaciones entre el gobierno nacional y los promotores de la protesta campesina en el Catatumbo.

Entre tanto, al otro extremo del país, persiste una protesta de las comunidades indígenas Awa, en Ricaurte, Nariño y un paro cívico en la población de Guapi, en el Cauca.

Los indígenas tienen taponada la carretera Pasto-Nariño, exigiendo la presencia de una comisión del gobierno nacional para que atienda un pliego de peticiones.

Igual exigencia están haciendo los habitantes de Guapi, que protestan por el abandono en que se encuentra el Municipio y el mal estado de las vías de acceso y del acueducto, entre otros factores.

Por otro lado, además de los rumores de que las Farc están organizando un paro nacional para el 20 de julio, representantes de los cafeteros y de otros sectores agrícolas, reunidos en Armenia, Quindio, reiteraron su decisión de realizar un cese de actividades también a partir del 19 de agosto próximo.

Los productores del campo piden reestructuración de créditos con el banco Agrario, reducción en el precio de los insumos agrícolas, control a las importaciones de alimentos y el freno a la denominada ‘locomotora minera’, así como una sustancial mejora en los subsidios de producción, frente a los TLC.

En lo que respecta al Catatumbo, los moderadores de la Mesa de Interlocución y Acuerdo (MIA), el viceministro del Trabajo, José Noé Ríos y Ubencel Duque adelantaron conversaciones en Tibú, Norte de Santander, con los promotores de la protesta campesina, pero se estancaron en el tema de la metodología para las futuras negociaciones, sin concretar acuerdos para levantar el paro y los bloqueos, que hoy completan 28 días.

Las conversaciones se adelantaron en las instalaciones de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) ubicadas en el sector J10, conocido como La Aduana, con los directivos de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), quienes reiteraron que no levantarán el paro y los bloqueos hasta tanto haya soluciones concretas a sus demandas.

El viceministro del Trabajo admitió que “todo está en el tema de la metodología que se va a consultar con Bogotá y en lo posible esperamos comenzar desde este lunes”.

Por su parte, el vicepresidente de Ascamcat, Juan Carlos Quintero, reveló que los labriegos decidieron agregar un nuevo punto a la agenda metodológica relacionada con las garantías para sus voceros a raíz de las sindicaciones que se les han hecho de tener nexos con las Farc.

“Se pidió una serie de garantías para los voceros de los campesinos, para que puedan tener una participación plena y certera en las mesas de diálogo. Esto se da a raíz de las estigmatizaciones que han hecho diferentes medios de comunicación sobre los supuestos nexos que tendrían los líderes de la marcha con la guerrilla, cosa que es falsa”, señaló Quintero.

No obstante, el vocero campesino ratificó que mantienen la voluntad de acercamiento y negociación.

A su turno, el obispo de Tibú, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, que también está mediando para buscar una pronta solución a la crisis, aseguró sí ha habido avances en las reuniones para concretar la metodología para la posterior mesa de diálogo.

“En lo que se quiere insistir es en que esto es un escenario de negociaciones y de posibilidades reales, no de las vías de hecho. Las partes no se han levantado y esperamos que con la llegada de los moderadores a esta estructuración de las metodologías para la mesa de negociación, arrojen buenos frutos”, precisó el jerarca de la iglesia católica.

Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, sostuvo en las últimas horas que las Farc tratan de incidir en el proceso de paz de La Habana por medio de las protestas de campesinos en el Catatumbo.

“Los reclamos sociales son válidos, pero rechazamos el uso que de estos pretenden hacer los actores armados”, agregó el ministro.

Carrillo exhortó a los campesinos a abandonar las vías de hecho y levantar los bloqueos de las carreteras para iniciar negociaciones con sus líderes y resolver así el conflicto en la región.