Se caracterizó por ser un criminal de perfil violento, a quien se le atribuye la participación directa e indirecta en homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados en zonas urbanas y rurales de Valle y Chocó.
En cumplimiento a la Estrategia institucional Contra las Bandas Criminales, funcionarios adscritos a la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía, mediante actividades propias de policía judicial orientadas a la ubicación de Carlos Enrique Salazar Córdoba alias “Guerrero”, principal cabecilla de los “Rastrojos” en el Valle del Cauca, lograron su neutralización en operaciones estructurales adelantadas en el sur del país.
Las acciones policiales se registraron hoy en el municipio vallecaucano de Riofrío, corregimiento de Salónica, vereda La Palmera, donde se estableció la ubicación y posterior neutralización, ya que era la persona encargada de dirigir toda la estructura militar de “los Rastrojos” en los departamentos de Valle del Cauca y Chocó, teniendo bajo su control el Cañón de Garrapatas. Tras la captura de José Leonardo Hortúa Blandón conocido como “mascota o el enano”, “Guerrero” tomó el poder y control del componente armado y los negocios del narcotráfico de esta banda criminal.
Tenía bajo su mando un bloque compuesto por 200 hombres, aproximadamente, con fusiles, armas cortas, lanzagranadas, granadas y otros elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares; éstos a su vez se encargaban de la custodia del Cañón de Garrapatas y del máximo cabecilla de la banda criminal.
Carlos Enrique Salazar Córdoba alias “Guerrero” inició su actividad delictiva en el año 2000; perteneció al Bloque Central Bolívar de las AUC en el departamento de Putumayo convirtiéndose en cabecilla principal para los años 2004 y 2005. Era el responsable de sinnúmero de homicidios, desplazamientos y desapariciones, regresando para el año 2006 pero sin hacer parte de la desmovilización de las AUC.
Para el año 2007, en el mes de julio se traslada al municipio de San Juan en el departamento de Chocó, con el fin de tomar el dominio de esta zona, enfrentándose a la banda criminal “Renacer”. Ese año la Seccional de Investigación Criminal de Chocó lo capturó por el delito de concierto para delinquir agravado, siendo condenado por el Juzgado Primero Penal Municipal de Quibdó a la pena principal de 23 meses de prisión, “Guerrero” se acogió a sentencia anticipada y fue dejado en libertad días después.
“Guerrero” era natural de Turbo, Antioquia, tenía 31 años de edad, estaba sindicado por los delitos de homicidio, concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, tráfico y porte de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares.