Por Mauricio Botero Caicedo

En el diario La República del jueves 1 de agosto, en la sección ‘Caja Fuerte’, bajo el título “LA ESTRATEGIA ERRADA DE LOS JARAMILLO”, aparece el siguiente comentario: “La comidilla general en los pasillos empresariales es la errática estrategia que han empleado los Jaramillo para sacar adelante sus intereses en el descalabro de InterBolsa que les ha costado su fortuna, una de las más grandes hasta hace un año. Plantear una pelea abierta contra las instituciones de vigilancia y en contra de los abogados de la contraparte, les ha salido muy costoso, al punto que hoy tienen casi todo embargado por la ley.”

La pregunta que uno se hace es ¿Quién será el imbécil que los está asesorando?

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“Drama Queen” es el calificativo, ciertamente peyorativo, que en los países sajones se le da a las personas, indistintamente de género, que arman un drama por cualquier nimiedad, o por que les parece que armar el drama después del episodio les puede brindar dividendos políticos, sociales, o económicos. Estos últimos, además de hacer gala de sus cualidades histriónicas, dejan en evidencia su hipocresía y poca madurez.

Los que están dando todas las evidencias de ser consumados “Drama Queens” son los bobalicónes de Evo Morales y su Ministro de Relaciones Exteriores, quién bajo ninguna circunstancia están dispuestos a voltear la página del incidente en que se vio involucrado el avión presidencial de Bolivia en reciente viaje a Moscú.

Según reporta la prensa internacional, “El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, dijo que es «difícil» que su país dé por cerrada la crisis diplomática con Europa tras el incidente con el avión del presidente Evo Morales a principios del pasado mes de julio y agregó: “aceptamos la disculpa, pero no basta”. “Es difícil que nosotros demos por cerrada esta agresión que ha sufrido nuestro presidente en Europa”, dijo Choquehuanca en Nueva York en referencia a la negativa de varios países europeos a que el avión presidencial sobrevolara o aterrizara en sus territorios ante la sospecha, según las autoridades bolivianas, de que a bordo estaba el ex técnico de la CIA Edward Snowden. “Los países europeos han dado un primer paso, han pedido disculpas, han ofrecido disculpas que nosotros aceptamos. Pero sería bien que desde las Naciones Unidas nos podamos ayudar a que se esclarezcan los hechos. Queremos saber nosotros por qué esta actitud”, aseguró. Choquehuanca dijo que se violaron “no solo los derechos humanos”, sino también “la normativa internacional” y se puso “en riesgo la vida” del presidente Morales, por lo que añadió que ese incidente “no puede quedar así”.

Ya es buena hora que este par de saltimbanquis, Evo y su canciller, pasen la página y dejen de actuar como verdaderas “Drama Queens”. Bolivia es un país con serios problemas económicos, sociales, y políticos para que le hagan creer a sus ciudadanos y al resto del continente que el ‘incidente’ del avión reviste más importancia de la que verdaderamente tiene. Pretender seguir sacandole dividendos a un incidente superado, bordea en la mala fe.