La comunidad científica se encuentra consternada por el comportamiento optado por el grupo de 112 mandriles que habitan en el zoológico Emmen Dierenpark, norte de Holanda, donde los primates permanecen sentados, quietos y dando la espalda a los visitantes.
Además los mandriles dejaron de alimentarse, lo que ha generado todo un manojo de hipótesis que van desde el presentimiento de un terremoto hasta la presencia de extraterrestres.
Uno de los encargados de cuidar a los animales, Wijbren Landaman, señaló que «el lunes 29 de julio entraron en pánico, estaban histéricos, no brincaban y se estaban comportando de manera muy extraña».
El encargado agregó que «el martes y el miércoles se sentaron en el suelo y en los árboles, desde entonces permanecen inmóviles y casi no comen».
Una de las teorías es que los primares pudieron haber observado un depredador natural y el comportamiento sería una señal de alerta, otra hipótesis es que presienten el advenimiento de un terremoto y la idea más excéntrica es que los animales sienten la presencia de extraterrestres.
Los mandriles, que nacieron en cautiverio, han experimentado este comportamiento solo cuatro veces en 20 años. Sin embargo, su conducta hasta el momento no ha sido observada en ningún otro grupo de mandriles en libertad ni en cautiverio.
Santa Fe con AFP
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