–Un bombardeo con armas quimicas en inmediaciones de Damasco fue denunciado por rebeldes de Al Arabiya, quienes aseguran que por este hecho habrían muerto por lo menos 755 personas. Sin embargo, el régimen sirio emitió un comunicado en el que niega el empleo de armas químicas y asegura que las informaciones son falsas y que sólo pretenden desviar la atención del equipo de expertos de la ONU que visita el país.
Para respaldar las denuncias, los grupos de oposición difundieron unos videos que muestran a las víctimas causadas posiblemente con gas sarín y en un comunicado pidieron al grupo de expertos, que llegó hace dos días a Damasco, que visite las zonas controladas por los rebeldes, en las cuales el régimen de Bashar Asad habría utilizado este tipo de armamento.
En las imágenes se aprecia el momento en el que los heridos llegan a los hospitales y el tratamiento médico que reciben.
Los despachos internacionales destacan que en las víctimas no se observa sangre, no aparecen heridas comúnmente producidas por la metralla de un bombardeo ordinario o por el colapso de una vivienda dañada.
“Lo que se aprecia son personas de todas las edades con convulsiones, calambres, vómitos y problemas respiratorios”, señala la corresponsal del diario El País de España, que añade:
“En una de las tomas se muestra a un bebé de menos de un año con polvo amarillo en la cara, sin vida; el doctor que lo toma en brazos habla de sarín como la causa de la muerte. Los intentos de reanimación se mezclan con la impotencia de quien porta ya cadáveres, no heridos. Los vídeos han sido colgados este miércoles en el canal de Internet Youtube, pero se desconoce a ciencia cierta cuándo fueron grabados”.
El Reino Unido fue el primero en reaccionar frente a la denuncia y tras condenar el ataque, anunció que llevará el asunto al Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo pidio al Gobierno de El Asad que permita que los inspectores de la ONU que accedan al lugar donde supuestamente se produjo este ataque.
A propósito de las armas químicas, la Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció que el régimen de Damasco restringe los movimientos de la misión de la ONU encargada de investigar el posible uso de armas químicas en el país, lo que afectará al resultado de su estudio.
La misión de la ONU entró finalmente en Siria el 18 de agosto, tras retrasar varias veces su visita por problemas logísticos.