Por: Ricardo Cano
Es claro, cierto, y no tiene discusión el hecho de que la educación es definitivamente la ventana al desarrollo y al subsiguiente bienestar de todos los pueblos de este mundo.
Pero hablemos esta vez solo de Colombia. Qué bueno es oír cuando se dice que se hacen grandes y millonarias inversiones en mega-colegios y se piensa también en impulsar tecnologías de punta y en facilitar internet y todas estas diferentes y buenas estrategias; son solo excelentes y reconfortantes noticias que nos hacen sentir esperanza de verdad, y de que este País si se está desarrollando.
A manera de crítica constructiva estas grandes y fabulosas inversiones, me refiero puntualmente a los “mega-colegios”. Deben ir acompañadas del ingrediente primordial como es su manejo acertado y sostenido con el tiempo que las haga viables, y ahí sí con los resultados que todos anhelamos.
Pero bueno pasemos a otro punto que es también primordial; que sería cual sería la mejor forma de iniciar este proceso? Yo diría, que como en su momento lo hizo el tan mentado y atinado alcalde MOCKUS; a través de la enseñanza de la cultura ciudadana.
Así de esta forma y de esta manera podríamos señalar al colombiano del común, al peatón, al conductor de las motos; y es que salen por encima, por debajo, por los lados, que peligro, solo con cuatro ojos se puede manejar, entonces que se alinien y se sitúen en un solo carril o no sé como que se ordenen; y los taxis que bueno verles pero también con respeto que recojan pasajeros solo en sitios permitidos, que los peatones crucen no como locos, sino como dueños con amor y precaución; bueno, y mucho más que ya los expertos nos mostrarán; también de los autos y así como se ordena una ciudad en su diario transcurrir, y como el respeto redundaría en beneficio de todos y así, sí logremos ciudades responsables y habitantes dueños y vigilantes de su entorno, de su ciudad y de su País.
Sugiero con respeto que el profesor de la cultura ciudadana sea LA POLICIA NACIONAL; en las esquinas y en los barrios sean siempre bienvenidos y queridos, con presencia y mucha autoridad.
Nunca debemos dejar pasar la advertencia de que es siempre a través del ejemplo la mejor y única forma de educar
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