Este jueves el Voyager 1 se convirtió en la primera nave espacial en salir del Sistema Solar, hazaña lograda 36 años después de partir de la Tierra, la sonda impulsada por plutonio se encuentra a más de 18.506.000 millones de kilómetros del Sol, desplazándose a través de lo que los científicos llaman el espacio interestelar, el vasto y frío vacío entre las estrellas.
En realidad, el Voyager 1 salió del Sistema Solar hace más de un año, según la NASA. Pero allá no hay una línea punteada ni un letrero que marque la frontera, y no fue sino hasta hace poco que la agencia espacial reunió la evidencia para convencerse de que la nave se había abierto paso finalmente a través de la burbuja caliente de plasma que rodea los planetas y escapó de la influencia del Sol.
Aunque algunos científicos dicen no estar convencidos, la NASA festejó.
“Es un hito y el comienzo de un nuevo viaje”, dijo Ed Stone, científico en jefe de la misión, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Aunque el Voyager 1 podría haber dejado atrás el Sistema Solar según el concepto que la mayoría de la gente tiene de él, aún le faltan cientos de años para decir adiós a los últimos cuerpos helados que forman parte de nuestro vecindario, señaló la agencia espacial.
Ahora el Voyager 1 estudiará partículas exóticas y otros fenómenos en una parte del universo jamás explorada y enviará por radio los datos a la Tierra, donde el equipo a su cargo aguarda los descubrimientos de la nave espacial.
El embajador interestelar también porta un disco bañado en oro que contiene saludos en diversos idiomas, canciones y fotografías, por si llega a toparse con una especie inteligente.
La odisea del Voyager 1 comenzó en 1977 cuando la nave y su gemela, la Voyager 2, fueron lanzadas para efectuar una gira de los planetas gaseosos gigantes del Sistema Solar. Tras enviar deslumbrantes imágenes de la gran mancha roja de Júpiter y de los relucientes anillos de Saturno, la Voyager 2 se dirigió a Urano y Neptuno. Mientras tanto, la Voyager 1 utilizó Saturno como una honda gravitacional para impulsarse más allá de Plutón.
La Voyager 1, aproximadamente del tamaño de un automóvil subcompacto, transporta instrumentos que estudian los campos magnéticos, los rayos cósmicos y el viento solar.
La Voyager 2 va más atrás a 15.288.000 millones de kilómetros (9.500 millones de millas) del Sol. Podría llevarle otros tres años para poder reunirse con su gemelo más allá del Sistema Solar.
A la larga, el combustible nuclear de ambas naves se agotará y tendrán que apagar sus instrumentos, probablemente en el 2025.
Santa Fe con agencias