Violín que sonó mientras el Titanic se hundía fue subastado en cifra récord de US$1,3 millones
— El violín que el director de la orquesta del Titanic Wallace Hartley tocó mientras el transatlántico se hundía, luego de chocar con un iceberg, en el año 1912, fue subastado este sábado por la cifra récord de 900 mil libras, alrededor de un millón de euros o 1,3 millones de dólares.
La subasta fue realizada por la casa de pujas Henry Aldridge & Son, en Wiltshire (suroeste de Inglaterra), especializada en objetos de coleccionista. La célebre pieza había sido valorada en 480 mil dólares.
Según relatos de sobrevivientes del Titanic, la banda, dirigida por Wallace Hartley, tocó en la cubierta aún mientras los pasajeros abordaban botes salvavidas luego que el barco chocó contra un témpano de hielo.
Entre las notas que se tocaron en esos angustiosos momentos, en un intento por calmar a los pasajeros al tiempo que estos intentaban meterse en botes salvavidas, se cuenta el himno “Nearer, My God, To Thee”.
El violín de Hartley se creyó perdido en el desastre de 1912, pero fue hallado y rescatado en el 2006.
Algunos reportes de aquel entonces indican que el cadáver fue encontrado completamente vestido y con el instrumento atado a su cuerpo, aunque también se conjeturó que el violín se fue flotando y se perdió en el mar. Henry Aldridge & Son dijo que investigó la historia del violín con un biógrafo de Hartley mientras el instrumento era sometido a pruebas forenses, y que descubrió documentos que mostraban que Hartley fue hallado con una gran valija de cuero atada a él y el violín adentro.
La casa de subastas dedicó los últimos siete años, y miles de libras esterlinas, para confirmar que en efecto el violín manchado por el agua, era el que había despedido a los mil 517 pasajaros del Titanic, tras chocar contra un ‘iceberg’ a 565 kilómetros al sur de Terranova el 15 de abril de 1912.
Para ello consultó a numerosos expertos que incluyeron a científicos forenses del gobierno y la Universidad de Oxford.
Entonces, se estableció que el instrumento de madera tenía dos grandes grietas en la caja, pero que se mantuvo “increíblemente bien preservado” pese al tiempo y la exposición al agua de mar.
En la parte posterior del violín, se ve una inscripción en la que se desvela que se trató de un regalo a Hartley de quien fuera su prometida, Maria Robinson, en 1910: “Para Wally, por nuestro compromiso”.