Miguel Rodríguez, ministro del Interior de Venezuela aseguró que los supuestos sicarios colombianos contratados para asesinar el pasado mes de agosto, al presidente Nicolás Maduro, iban a cobrar una suma de 10.600 dólares.
Rodríguez afirmó que la información la recibió durante un intercambió de «datos con el cuerpo de inteligencia» de Colombia sobre las personas que idearon la llamada «Operación Carpeta Amarilla».
El ministro también se entrevistó con una mujer de nombre reservado y que supuestamente confirmó que los detenidos, Víctor Gueche, de 22 años, y Erick Huertas, de 18, iban a perpetrar el magnicidio.
El Gobierno de Venezuela fue el encargado de informar sobre el supuesto atentado
a manos de mercenarios colombianos que iban a disparar contra el gobernante. El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, además implicó en el hecho al exmandatario colombiano Álvaro Uribe Vélez.