Estrés, mala alimentación, males hormonales, genética o quemaduras son algunos de los motivos por el que las personas pierden el pelo. Un problema que aún no tiene solución científica definitiva y en el que -hasta ahora- se han logrado avances sólo con cabello animal. Ahora, un grupo de científicos del Centro Médico de la U. de Columbia, en Estados Unidos, es el primero en regenerar pelo humano.
En la alopecia, la estructura que alberga el pelo -llamado folículo piloso- está debilitado o muerto y en la mayoría de los casos no hay presencia de papilas dérmicas: las células encargadas de que nazca cabello.
En este caso, los expertos tomaron papilas dérmicas de zonas pobladas con pelo, las multiplicaron en laboratorio y las trasplantaron dentro de folículos pilosos dañados o muertos.
En el primer caso, eso significó reafirmar pelo que nacía débil. En el segundo, que naciera pelo nuevo.
Pelo en 3D
Esta técnica es conocida desde hace 40 años y había dado muy buenos resultados en pelo animal, pero no en pelo humano. Hasta ahora.
La clave fue que los científicos descubrieron que las células que forman pelo en el humano se reproducen mejor en forma de cono. Y por eso, cultivaron las células de papila dérmica sobre una superficie 3D.
De esta forma, las células adoptaron forma de esfera y así fueron trasplantadas al folículo dañado.
De acuerdo al estudio publicado en la revista “Pro- ceedings”, los expertos usaron un grupo de ratas a las que les injertaron piel humana sobre sus lomos.
A esa piel se le trasplantaron las células multiplicadas de papila de siete hombres donantes. Después de seis semanas, los folículos generaron pelos humanos, en cinco de los siete injertos.
“Se puede hacer trasplante de cabello a personas con un número limitado de folículos, en mujeres que pierden cabello, personas con alopecia cicatricial y casos con pérdida de cabello debido a las quemaduras”, señala Angela Christiano, una de las autoras del estudio.
Aunque el pelo obtenido en algunos casos fue débil o no tuvo la fuerza suficiente para romper la piel, los investigadores están optimistas.
Colin Jahoda, de la U. de Durham, que también participó en el estudio, señala que todavía se deben establecer las propiedades de estas células para crear pelo, determinar el color, ángulo de crecimiento y textura.
Las actuales terapias que se utilizan hoy para la alopecia incluyen medicamentos que frenan la pérdida de folículos pilosos, pero no regeneran los ya perdidos, porque no pueden reestimularlos.
El trasplante de pelo sirve, pero en casos específicos de alopecia masculina, dice Christiano. “Nuestro método, en cambio, tiene el potencial de hacer crecer nuevos folículos usando las propias células de un paciente, lo que podría ampliar la utilidad de la cirugía de restauración del pelo”.