La cantante estadounidense Katy Perry se presentó en la versión británica de “The X Factor” para interpretar su éxito “Roar” en un muy apropiado vestido de tigresa.
Contrario a su tendencia anterior de lucir disfraces, la cantante de 28 años llevó un vestido con un bastante mesurado estampado de felino que también la hizo lucir como una mujer, no como en otras ocasiones que parecía un personaje infantil. El corsé le ayudó a acentuar sus curvas y la falda corta exhibió sus bien formadas piernas.
Para un toque ligero, Perry optó por llevar unas orejitas de tigresa, guantes hasta los codos y labial rojo brillante.
Santa Fe con agencias