Opinión

LA BARBARIE ESTA VIVA

carlos fradiqueAbog. Carlos Fradique-Méndez

El comportamiento bárbaro, salvaje, sanguinario del ser humano y en especial contra las mujeres, está vivo en esta época en la que somos esclavos de la tecnología. El ser humano se ha embobado con las máquinas y ahora en vez de cabeza, tronco y extremidades tiene Tablet o PC, tronco y sus manos parecen tener tan solo pulgares e índices.
Con la idea de la unión monógama y la imposición a la mujer del débito conyugal y de la exclusividad sexual como garantía de la pureza de la sangre en la sucesión del poder político se inventó la cultura de la potestad marital que daba poder al hombre para disponer del cuerpo y de la vida de la mujer. Y aun cuando esta perversa idea se ha derogado en muchos códigos no ha sido posible borrarla de la mente salvaje de hombres salvajes. Y lo peor es que todavía hay mujeres que aceptan esta bárbara costumbre y rinden pleitesía a su pareja y no han logrado tener coraje para negarse a obedecer al hombre, que puede ser su padre, su amigo, su novio, su marido o compañero.

La semana pasada en Corea del Norte, 80 personas fueron fusiladas por leer la Biblia y otros delitos como ver canales de televisión de Corea del sur o haber visto material pornográfico. Y el juez, Michael Kirby, conoce del caso de una mujer obligada por los captores comunistas a ahogar a su hijo. Estas noticias estremecen pero para la mayoría de los habitantes del planeta pasan ignoradas.

En Colombia la brutalidad humana no es menos alarmante. Muchas madres lloran a diario porque los padres de sus hijos que solo se limitaron a engendrarlos, que no fueron sus parejas y que solo aportan violencia, se dedican a torturarlas al exigir visitas, vigilar sus salidas y utilizar a sus hijos como espías. Son hombres, casi siempre menos que hombres, sádicos y cobardes. Son victimarios que han aprendido a presentarse como falsas víctimas.

En los atracos callejeros la mujer es presa fácil debido a su aparente debilidad física. La semana pasada mataron a mujer durante atraco a buseta en Bogotá. Los medios informan que en menos de 24 horas asesinan a cuatro mujeres en Colombia, Un feminicidio cada 5 o 6 horas. No están los maltratos no denunciados, que son miles, que se ocultan y de los que solo se sabe cuando la mujer es lesionada o asesinada. Es una barbarie.

Los motivos para lesionar o asesinar mujeres son generalmente hurtos, atracos o celos. El celoso es un enfermo cultural, pero no por enfermo inimputable.

Las noticias brutales informan que una mujer fue encontrada este lunes, abandonado en un potrero. Y a otra la encontraron flotando en un lodazal en un ataúd hechizo y los casos macabros enlistan el de un infame celoso que mató en la localidad de Bosa, Bogotá, a cuchilladas a su mujer, a su cuñada, a dos de sus hijos y dejó gravemente herido a su tercer hijo.

Y las autoridades se limitan a informar que harán investigaciones exhaustivas en tanto que abogados cómplices se encargan de impedir que se conozca la verdad o que médicos ingenuos dictaminen que los asesinos estaban temporalmente fuera de su control mental.

¿Se necesitarán más asesinatos para que las autoridades se den cuenta de que ya son bastantes las agresiones contra las mujeres? Llego la hora de que las mujeres alcen su voz para que los encargados de proteger su vida despierten y tomen las medidas correctivas del caso.

Bogotá, 12 de noviembre de 2013

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