La Doctrina Monroe, elaborada durante la presidencia de James Monroe en el siglo XIX, fue originalmente formulada como una política estadounidense “aislacionista” para limitar la influencia de potencias europeas en América Latina, en 1823. Sin embargo, desde entonces esa doctrina fue sostén histórico e ideológico para intervenciones de Estados Unidos en los asuntos de diversos países de la región.
“En los días iniciales de nuestra república, Estados Unidos hizo una opción sobre sus relaciones con América Latina”, dijo Kerry en referencia a la Doctrina Monroe, pero añadió: “Ahora, sin embargo, hemos hecho una opción diferente”.
“Es un momento importante para las relaciones del hemisferio”, manifestó Kerry, quien puso especial hincapié en el beneficio que traería a la región desarrollar el campo energético. “Una de las oportunidades es un mercado de seis billones de dólares. Y estoy hablando del mercado energético; el mercado que genera riqueza”, agregó el funcionario de la gestión Obama.
En esa línea, Kerry sostuvo que “los cuatro mil millones de usuarios”, que comprende hoy en día este mercado, “van a crecer a nueve mil millones para 2050”.
También hizo referencia al cambio climático. “Nuestras economías tienen que tomar en cuenta el costo económico de no hacer nada”, esbozó el funcionario.
“Tenemos la solución frente a nosotros, pero no hacemos nada”, replicó Kerry.
Además, el secretario de Estado apuntó contra el gobierno de Cuba y afirmó que “es importante que los cubanos puedan elegir a sus propios líderes”.
“Si bien vemos con buenos ojos algunos cambios que se están dando en Cuba, estos cambios no deben cegarnos sobre la situación autoritaria a la que se enfrentan los cubanos”, dijo Kerry. El secretario de Estado insistió en que, “si no hay más cambios pronto” en La Habana que permitan a sus ciudadanos gozar de los derechos de la Carta Interamericana, “el siglo XXI continuará dejando rezagados a los cubanos”.