“Soy un mafioso y los mafiosos morimos jóvenes y a bala”: Pablo Escobar
–A 20 años de haber caído abatido por ráfagas de fusil, la familia del tristemente célebre capo de capos del narcotráfico Pablo Escobar Gaviria recuerda que una vez este les comunicó: “Soy un mafioso y los mafiosos morimos jóvenes y morimos a bala”.
La frase la trajo a colación Luz María Escobar Gaviria, hermana de Pablo, quien advirtió que “nosotros ni siquiera sabíamos qué era la mafia, tuvimos que buscarlo en un diccionario”.
La frase de Escobar, vislumbrando la muerte que finalmente tuvo, la pronunció en 1980, 13 años antes de ser abatido, cuando reunió a toda la familia para entregarle un testamento.
Ahora, Luz Marina, a nombre de toda su familia pidió perdón a las víctimas de su hermano Pablo Emilio y lamentó por no haber hecho nada para evitar todas las atrocidades que cometió, tras señalar:
“Tengo tantos sentimientos encontrados, ojalá abran sus corazones para el perdón. A veces siento que yo hubiera podido hacer algo, en ese momento de su guerra y de su lucha, por las víctimas, y para que él no dañara su vida como la dañó”.
La mujer fue abordada por periodistas de distintos medios cuando depositaba flores en la tumba del extinto jefe del Cartel de Medellín, en el cementerio Montesacro, en el sur de la capital de Antioquia.
“A mí, la vida de Pablo al principio me parecía rara. Ahora nada me sorprende”, dijo.
“Mi vida después de la muerte de Pablo ha sido una lucha por la individualidad, cuando me dicen que eres la hermana de Pablo enseguida ven el signo peso (dinero) aquí en la frente, o te creen una mafiosa o una sicaria”, precisó.
“No me había dado públicamente porque, de verdad, había barreras de miedo, de sus enemigos, de que me callaran, de la burla”, afirmo.
Pablo Escobar Gaviria, nacido el 1 de diciembre de 1949, cayó muerto el 2 de diciembre de 1993 sobre un tejado en un refugio que tenía en la ciudad de Medellín.
Fue y sigue siendo considerado el mayor criminal del mundo. Las autoridades lo vinculan al asesinato de más de 10 000 personas entre los años 80 y 90, en desarrollo de la sangrienta guerra que libró contra las autoridades, y en la cual no solo utilizó una tenebrosa red de sicarios, sino también carros-bombas.
Se le atribuye la colocación de más de 250 bombas y varias decenas de masacres que dejaron un saldo de 1.142 civiles muertos, sin contar las miles de víctimas colaterales fruto del fuego cruzado con las autoridades en Antioquia y Medellín.
Además se le responsabiliza del asesinato de 657 policías.
El poder económico de Escobar no tuvo límites. La revista Forbes lo ubicó como el séptimo hombre más rico del mundo y con su enorme capital obtenido con el tráfico de drogas, incursionó en la política y contaminó con su dinero al gobierno y a todos los sectores del país.
Fue representante a la Cámara suplente para el Congreso de la República de Colombia por el departamento de Antioquia en 1982.
Escobar fue capturado en una oportunidad y con su poder económico y político logró incluso que una de sus lujosa fincas, denominada “La Catedral”, se adaptara como cárcel, donde vivía a cuerpo de rey y desde allí continuó su negocio e incluso, se afirma que dentro de esas instalaciones torturaba y ejecutaba a sus enemigos.
Pese a la comodidad que disfrutaba, el capo se fugó y tras este hecho, el gobierno creó el llamado “Bloque de Búsqueda”, un cuerpo élite integrado por la Policía Nacional, el ejército y los cuerpos antidroga de Estados Unidos, el cual logró ubicar al capo después de un año y cuatro meses de intensas labores de inteligencia, gracias a seis llamadas que Escobar le hizo a su hijo.
El mafioso fue acorralado y trató de huir corriendo por un tejado, pero recibió varios disparos, uno de ellos en el corazón que le causó la muerte en forma instantánea.
Se afirma que el coronel Hugo Heliodoro Aguilar, que lideró el grupo de asalto que llegó a la casa, dio el tiro de gracia a Escobar.
Comments are closed.