Un escritor holandés escribe una narración que servirá para un experimento neurocientífico en el cual se descubrirá si los lectores experimentan las mismas sensaciones del escritor al hacer la obra.
Arnon Grunberg, en las últimas dos semanas ha pasado varias horas al día redactando su nueva obra pero esta vez, lleva puesto una especie de gorro conectado a decenas de sensores y bajo la atenta mirada de una cámara.
Todo esto hace parte del proyecto de un grupo de investigadores del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos, quienes pretenden establecer si los lectores de un libro tienen las mismas emociones y sentimientos que el autor en el momento de escribirlo.
Los artefactos que se encuentran en las manos y el cerebro de Grunberg, controlan sus ondas cerebrales, el ritmo cardíaco, la respuesta galvánica de la piel (medida eléctrica de excitación emocional) y expresiones faciales.
la novela corta será publicada en el segundo semestre del próximo año, y unas 50 personas en los Países Bajos lo leerán conectados a sensores similares a los del escritor, para monitorear sus emociones mientras leen.
“¿Sentirán los lectores las mismas emociones que tuvo Arnon mientras estaba escribiendo, o se observará un proceso totalmente diferente? Esta es una de las preguntas que queremos responder”, comentaron los responsables del experimento.