De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, durante una visita realizada por funcionarios del organismo de control se evidenció un hacinamiento del 182%, en el lugar que tiene capacidad para 40 detenido hay 113.

El Defensor Regional Bogotá, Germán Perea, evidenció inconvenientes de ventilación natural en las celdas y señaló que la situación es tan grave que requiere de un plan urgente que le ponga freno a la crisis carcelaria.

Los internos manifestaron, además, que por ser un lugar de paso el tiempo de permanencia debe ser corto. También denunciaron no contar con visitas conyugales y que sus familiares deben enfrentar abusos a la hora de las requisas.

“En estas salas de reclusión construidas como lugares de paso, donde las personas no pueden estar más de 36 horas, descubrimos que existen detenidos con medidas de aseguramiento que llevan recluidas más de cuatro meses. Lo cual es una muestra más del colapso del sistema penitenciario y carcelario colombiano”, destacó Perea.

De otro lado, la Defensoría del Pueblo le solicitó a la Secretaría de Salud y a la Sijín adelantar un plan permanente de salud que deberá entrar en operación lo más pronto posible. “Se deben mantener los lugares en condiciones de riguroso aseo, cumplir de manera estricta con la alimentación de los detenidos y recluidos, y no obstaculizar las visitas de sus abogados defensores y permitir la visita de los familiares” destacó Perea.

Finalmente, destacó que la dirección de la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres, en coordinación con la Secretaría de Gobierno Distrital y la dirección de Fiscalías de Bogotá, autorizó la recepción en este establecimiento carcelario de 100 personas privadas de la libertad que actualmente se encuentran detenidas en las Unidades de Reacción Inmediata (URI) de Bogotá, proceso que se empezará a realizar a partir de mañana, una solicitud que había hecho la Defensoría del Pueblo.