El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, en una carta pública manifestó que las guerrillas colombianas deberían comprometerse con el Estado y la comunidad internacional al desminado humanitario de varias regiones agrarias del país.

Haciendo un llamado a las guerrillas para que se comprometan con la población civil con unos mínimos humanitarios que hagan válidos los esfuerzos de paz, Garzón instó a estos grupos a que se comprometan a poner fin a la instalación de minas antipersonal.

El alto funcionario también hizo un llamado al gobierno para que se comprometa a respetar la vida e integridad física de los guerrilleros que cumplan con estos mínimos, desarrollar políticas en favor de los derechos humanos de guerrilleros privados de la libertad, priorizar inversión social en zonas campesinas, indígenas y de afrodescendientes afectadas por el conflicto, entre otros.

Según Garzón, para lograr la paz no basta con la voluntad política de Santos o de los voceros de las guerrillas, pues como sucedido otras veces, cualquier acción provocada por “los enemigos de la paz”, vinculados a la guerrilla, a otros grupos, en la extrema derecha o en el establecimiento, puede provocar el rompimiento de los diálogos.

“Considero urgente, tanto para las guerrillas como para el gobierno, dar un paso en favor de la búsqueda de la paz, la verdad, el perdón y la reconciliación (…). No podemos quedarnos en el camino de las buenas intenciones o en las simples declaraciones, sino que es necesario pasar a las acciones en favor del derecho de la población a vivir mejor, en tranquilidad y en paz”, concluyó el vicepresidente.