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Comando del Ejército dice que sí sabía de casa de espionaje, pero asegura que alli no se hacían interceptaciones

chuzadas-grande1–El comandante del Ejército Nacional, general Juan Pablo Rodríguez sostuvo esta mañana que sí conocía la existencia de la casa de espionaje que operaba en el sector de Galerías, en Bogotá, pero advirtió que allí no se hacían interceptaciones telefónicas o de comunicaciones.

El oficial estableció que la oficina de inteligencia operaba como otras que funcionan “en cubiertas” en otros sitios del país, amparadas por la ley, que, dijo, autoriza este tipo de acciones para recolectar información que permita, de manera legal, neutralizar los propósitos de organizaciones terroristas o las amenazas contra la seguridad nacional.

“La Constitución Nacional y la ley de inteligencia nos permiten a los organismos de inteligencia desarrollar actividades legales de inteligencia a manera acubierta o abierta”, señaló el oficial en declaraciones a los colegas de Rcn Radio.

“El Ejército Nacional –agregó–desarrolla en algunas oportunidades inteligencia acubierta para proteger el Estado de derecho de las amenazas, tales como el terrorismo, el narcotráfico, el crimen organizado, y otro tipo de amenazas que provienen de los grupos al margen de la ley”.

Empero, el general Rodríguez señaló que lo que se investigará en este caso es si las labores de inteligencia que se realizaban en esta casa de fachada se salieron del marco legal y de la Constitución.

“Si alguien se salió de la ley tendrá que responder penalmente”, precisó.

El comandante del Ejército Nacional estableció que hay una cadena de mando sobre la cual recae la responsabilidad sobre el funcionamiento de estos centros de inteligencia, que debe responder en caso de que se haya violado la ley.

Dijo que la oficina dependía del comando de un batallón, éste de la central de inteligencia y la respectiva jefatura y finalmente, del comandante del Ejército.

El general Rodríguez negó que la oficina, que tenía como fachada un restaurante, tuviera equipos sofisticados para hacer interceptaciones de comunicaciones, como lo han afirmado las versiones de prensa.

Añadió que el personal, que estaba integrado por miembros activos del Ejército y algunos civiles, solo disponía de unos computadores para el almacenamiento de la información de inteligencia que recopilaba.

No obstante, subrayó, falta saber si se ejercían labores de inteligencia no autorizadas legalmente, hecho que advirtió lo establecerá la investigación que se inició y que se hará con todo rigor y transparencia, en el marco del debido proceso.

Al efecto, estableció que, de acuerdo con la ley y la constitución, sólo la fiscalía puede realizar interceptaciones telefónicas o de comunicaciones.

A instancias de los periodistas de la cadena radial, el general Rodríguez se refirió a las controvertidas “salas grises” de inteligencia que funcionaban en algunas ciudades del país y advirtió que estas no operaban bajo el comando del Ejército, sino bajo el absoluto control de la Fiscalía General de la Nación.